Maskana (Dec 2021)
La pandemia de COVID-19: Una llamada de atención en ciencia-política-sociedad para trabajar por un futuro habitable
Abstract
Al momento de la publicación en línea de la revista MASKANA 12(2) el año 2021 se acerca a su fin. 2021 significa que ya ha pasado una quinta parte del siglo XXI. Desde el año 2000 la población mundial aumentó de 6.1 a 7.9 mil millones, o el 29.5%. Diferentes modelos predicen que la población mundial en 2030, año en que los líderes mundiales en Glasgow (Reino Unido) durante la reunión GOP26 acordaron limitar el calentamiento global a 1.5°C, aumentará hasta los 8.5 mil millones. Me pregunto si el mundo posee la capacidad de asegurar alimentos, dado el continuo crecimiento exponencial de la población, y al mismo tiempo podrá limitar el calentamiento del planeta en 1.5°C. Según el estudio anual de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) sobre el estado de la seguridad alimentaria, el número de personas que sufren desnutrición aumentó desde 2014, y hoy el mundo experimenta un retroceso sin precedentes en su esfuerzo por erradicar el hambre. Según la FAO, los principales impulsores del declive de la seguridad alimentaria y la nutrición son los conflictos, la variabilidad y los extremos climáticos, y las desaceleraciones y recesiones económicas. Los impactos que experimentan las personas se ven agravados por los niveles de desigualdad en términos de ingresos, capacidad productiva, activos, tecnología, educación y salud. La pandemia COVID-19 ha sido un factor adicional que ha desviado al mundo de su objetivo de acabar con el hambre mundial, la desnutrición, el cambio climático, la inmigración, que los ricos se enriquezcan más y los pobres se empobrezcan más, entre otros fenómenos de desigualdad. Paralelamente a estas evoluciones, la democracia en todo el mundo está en declive. Según IDEA (Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral), la tendencia de erosión democrática continúa desde 2006 y hoy es peor que nunca.