Estudios Eclesiásticos (Feb 2018)
Carisma ignaciano, vocación de encrucijada
Abstract
La vida de Ignacio de Loyola (1491-1556) discurrió, en gran medida, durante la primera mitad de uno de los siglos más prolíficos en movimientos y propuestas espirituales de contenidos muy diversos, no pocos de ellos motivados y animados desde los planteamientos teológicos de la Reforma Protestante. La personalidad inquieta de Ignacio de Loyola queda enmarcada en este contexto de búsqueda de nuevos caminos de espiritualidad. Los diferentes contextos en los que va desarrollando las sucesivas etapas de su vida le sitúan en diversas situaciones de encrucijada: con su pasado caballeresco, con las corrientes teológicas y espirituales del momento, con el Humanismo emergente y con la propia ortodoxia católica. La institución que nace y se desarrolla inspirada por su experiencia espiritual, la Compañía de Jesús, asume esta vocación de presencia en los encuentros de ideologías, culturas, teologías y lo formula desde sus documentos oficiales contemporáneos en clave de frontera, encrucijada, puente o diálogo.
