Neurology Perspectives (Jul 2021)
Epilepsy, sleep and neuropeptides. Future directions
Abstract
Introduction: Epilepsy and sleep are intimately linked; patients with epilepsy frequently present sleep disorders and alterations in sleep quality and architecture. This, in turn, leads to greater prevalence of psychiatric and cognitive comorbidities and poorer quality of life. Development: Sleep is a physiological process regulated by the circadian rhythm. The sleep–wake cycle occurs as a result of the reciprocal activity of numerous regions and circuits in the brain, via neuromediators. The different stages of sleep also influence the propagation of interictal epileptiform discharges and epileptic seizures. Non-rapid eye movement sleep facilitates their propagation, whereas rapid eye movement sleep suppresses it. This connection is made even more evident by the existence of epileptic syndromes that occur only or mainly during specific stages of the sleep–wake cycle. Antiepileptic drugs also influence this cycle. Better sleep quality may have positive effects on seizure control, and vice versa. Conclusions: New therapeutic targets involve the sleep–wake cycle, with orexin receptor antagonists having been proposed as a potential antiepileptic treatment. However, more research and controlled clinical trials are needed to corroborate these findings. Resumen: Introducción: La epilepsia y el sueño están íntimamente relacionados y los pacientes con epilepsia (PCE) presentan con frecuencia trastornos de sueño, alteraciones en la calidad de sueño y de su arquitectura. Todo ello conlleva una mayor prevalencia de comorbilidades psiquiátricas, cognitivas y una peor calidad de vida. Desarrollo: El sueño es un proceso fisiológico regulado por el ritmo circadiano. El ciclo sueño/vigilia tiene lugar mediante la actividad recíproca de diversas regiones y circuitos cerebrales a través de neuromediadores. Por otro lado, las distintas fases del sueño influyen en la propagación de descargas epileptiformes intercríticas (DEI) y de crisis epilépticas (CE). El sueño NREM facilita su propagación y el sueño REM la dificulta. Esta conexión se hace todavía más evidente debido a que hay síndromes epilépticos que ocurren sólo o principalmente durante determinadas fases del ciclo sueño/vigilia. Los diferentes tratamientos empleados en epilepsia también influyen en el sueño. Es posible que una mejora en la calidad de sueño tenga repercusiones positivas en el control de las crisis epilépticas y viceversa. Conclusiones: se han explorado nuevas dianas terapéuticas implicadas en el ciclo sueño/vigilia proponiendo los antagonistas de la de orexina como potenciales agentes antiepilépticos. Sin embargo, se precisan más estudios y ensayos controlados para contrastar estos hallazgos.