Lucentum (Dec 2018)
La trayectoria científica de Augusto Fernández de Avilés y Álvarez-Ossorio, director interino del Museo Arqueológico Nacional
Abstract
Augusto Fernández de Avilés fue nombrado Director del Museo Arqueológico de Murcia en 1931 y Profesor Ayudante de la universidad entre 1931-36. En Murcia comenzó a colaborar con Mergelina como codirector de la excavación de la necrópolis ibérica del Cabecico del Tesoro entre 1935-36. Sobre este tema intentó elaborar una tesis doctoral, pero Mergelina prefirió que la tesis fuese para su ayudante, Nieto Gallo, al que cedió la dirección de campo de las excavaciones. En 1941 consiguió el traslado al Museo Arqueológico Nacional, colaborando en las excavaciones de Taracena en Vizcaya y la Rioja (1942-1946). Al mismo tiempo, estrechó su relación con García y Bellido, su nuevo director de tesis doctoral, que lo incorporó como Profesor Ayudante de Arqueología (1942-45, 1948-49), Secretario de la revista Archivo Español de Arqueología (1946-58), Jefe de Sección del Instituto Rodrigo Caro (1952-58), además de participar en las excavaciones de Iuliobriga (Santander) (1953-58) y Herrera del Pisuerga (Palencia) (1960-61). Su tesis doctoral sobre la escultura ibérica del Cerro de los Santos (Albacete) (1949) no le sirvió para conseguir la cátedra de Arqueología en Salamanca en 1949, donde no tuvo el apoyo de Taracena, pero le impulsó a excavar el Cerro de los Santos entre 1962-63. Al dimitir Navascués como director del Museo Arqueológico Nacional en 1966, fue nombrado director interino en abril de 1967, y se presentó al concurso convocado en julio. Contó con el apoyo de Nieto Gallo y Navascués, compitiendo con Almagro Basch, pero el cese de Nieto Gallo, y el nombramiento de Pérez Embid como nuevo Director General de Bellas Artes, en mayo de 1968, facilitó el nombramiento de Almagro Basch, aunque poco antes Fernández de Avilés había fallecido de una leucemia, con 60 años.
Keywords