En este artículo presentamos tres casos de jóvenes artistas indígenas de México y Panamá que, desde el cine, la televisión y el rap, y combinando su poética con la agencia política, crean contenidos novedosos para audiencias indígenas y no indígenas globales. Argumentamos que estos comunicadores de la era digital pueden ser considerados nuevos mediadores que, a través de un espacio intermedio audiovisual, visibilizan ante sus comunidades y el mundo una nueva realidad indígena.