On the W@terfront (Oct 2018)

Perspectiva paralela y representación de la ciudad

  • Inmaculada López Vilches

Journal volume & issue
Vol. 60, no. 13

Abstract

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Una gran parte de guías visuales de viaje y planos turísticos que se publican hoy en día incorporan en la representación de ciudades, itinerarios y edificios el uso de perspectivas paralelas (isometría, axonometrías: perspectiva caballera, militar, transoblícua) aportando en estas imágenes gran cantidad de información espacial y métrica de manera instantánea. La elección de este lenguaje gráfico responde a características formales y funcionales que se han configurado como las más adecuadas a través de siglos de evolución y cuyas soluciones convergen, entre otros campos, desde: la práctica pictórica, la representación del territorio y la ingeniería civil y militar así como de la arquitectura. En esta contribución, se analiza a través de una selección de ejemplos, la evolución histórica de los sistemas de representación vinculados al “retrato de la ciudad” y las diferentes resoluciones de las que se sirven fundamentalmente los artistas para generar en el espectador la ilusión espacial de las arquitecturas y sus elementos más característicos: murallas, torres, catedrales, puentes, edificios singulares… En este amplio recorrido donde se irán consolidando las normas que rigen los distintos sistemas representativos, las soluciones son en muchos casos híbridas, hasta su formulación como lenguajes gráficos: mientras que la perspectiva cónica queda teorizada por L. B. Alberti en 1435, la perspectiva isométrica se postula por W. Farish en 1822. Así, en las representaciones es común el uso de la proyección cónica en las corografías y panoramas de ciudades en el ámbito de los “pintores de mapas” con magníficos ejemplos en el siglo XVI, mientras que la perspectiva paralela (soldadesca o militar) se afianza en el campo de la ingeniería y la arquitectura (presente en los tratados de ingeniería desde mediados del siglo XV). Y son múltiples los ejemplos donde la presencia de determinadas licencias permite sistemas proyectivos diferentes y soluciones mixtas adecuando la representación al efecto de conjunto o al resalte de elementos significativos por encima de otros. El bagaje histórico de la perspectiva paralela se remonta a los orígenes de los sistemas de representación en su desarrollo como lenguaje gráfico. El curso de la historia ha vinculado tradicionalmente las perspectivas paralelas con representaciones de carácter técnico, dada su funcionalidad, en campos como: la arquitectura, la ingeniería civil y militar, la técnica y los oficios, aportando a la visualización inmediata la gran ventaja de la conservación proporcional de las medidas. Mientras que, para aquellas representaciones de carácter más óptico, la perspectiva del pintor, la perspectiva cónica, se ha conformado como el sistema más afín la experiencia visual del espectador e históricamente, a partir de su formulación teórica en el Renacimiento a través de L.B. Alberti, se convirtió en el lenguaje hegemónico del mundo occidental. Las denominaciones que designan la perspectivas paralelas reflejan, por contraste, la preponderancia de la representación cónica y llegan incluso a acusar cierta connotación negativa: perspectivas anómalas, pre-perspectivas, antiperspectivas, perspectiva invertida … que se unen a las denominaciones más antiguas: prospettiva soldatesca, prospettiva piu comune, prospettiva militare y que, finalmente se consolidan a lo largo del siglo XIX: perspectiva isométrica, axonometría, transoblícua, . (Siendo rechazadas incluso por los pintores en fechas recientes hasta su relectura por las Vanguardias históricas). Sin embargo, en la representación de las ciudades, la perspectiva paralela se ha consolidado como un recurso eficaz dado su carácter descriptivo junto al funcional que implica la correspondencia de medidas entre el dibujo y la realidad representada. En esta contribución, se analiza a través de una selección de ejemplos, la evolución histórica de los sistemas de representación vinculados al “retrato de la ciudad” y las diferentes resoluciones de las que se sirven los artistas para generar en el espectador la ilusión espacial de las arquitecturas y sus elementos más característicos: murallas, torres, catedrales, puentes, edificios singulares… Son tomados en consideración referentes de pintura mural de tradición helénica, ejemplos de carácter más orientalizante vinculados al arte bizantino, suponiendo un importante punto de inflexión la aparición de la escuela sienesa en Italia desde el siglo XIV como es el caso de Ambrogio Lorenzetti y su “Alegoría del buen gobierno” (1338-1340), la “Città sul il mare” de S. G. Sasetta (1420-5 ca.), la “Veduta de Venezia” de Jacopo di Barbari (1500), la transición hacia las Plataformas como la de Granada realizada por Ambrosio de Vico (1614) o el Plano de Madrid de Texeira (1654-6). Mientras que la teorización del procedimiento pasa por las obras teóricas de G. Maggi y J. Castriotto (1538), B. Lorini (1596), Jean du Breuil (1642), Abraham Bosse (1665), Vicente Tosca (1707-15) conducen finalmente a la publicación del “On Isometrical Perspective” por William Farish en 1822 que se difunde gracias a las aportaciones de T. Soptwith, J. Jopling, G. Codazza y Q. da Sella. Mientras que la axonometría es desarrollada por Weisbach, 1844 en “Die Monodimetrishe und axonometrische projectionsmethode”. La representación de la ciudad plantea un importante equilibrio entre la diferencia que supone representar para ver y representar para conocer.

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