Anales de Pediatría (Dec 2022)
Aplicación conjunta de diversas herramientas de calidad en la reanimación neonatal
Abstract
Resumen: Introducción: Es importante conocer si en la reanimación neonatal el uso de diversas herramientas de calidad tiene impacto en la preparación del puesto de estabilización, correcto desarrollo del procedimiento y evolución clínica de aquellos neonatos más vulnerables. Material y métodos: Estudio de intervención cuasiexperimental, prospectivo y multicéntrico en 5 unidades neonatales iii-A. En las fases pre y postintervención, ambas de un año de duración, se realizaron auditorías aleatorias semanales de los puestos de estabilización en el paritorio para comprobar su preparación. En la fase postintervención se usaron checklists, briefings y debriefings en las reanimaciones de los neonatos menores de 32 semanas. Se compararon el desarrollo del procedimiento y la evolución inicial posreanimación entre ambos periodos. Resultados: Se realizaron 852 auditorías en el periodo preintervención y 877 en el postintervención. El porcentaje de auditorías sin defecto fue superior en la segunda fase (63% vs. 81% p < 0,001). Se incluyeron 75 reanimaciones en la fase inicial y 48 en la segunda, de las cuales en 36 (75%) se habían utilizado todas las herramientas de calidad. No existieron diferencias en las principales variables clínicas durante la estabilización, aunque se objetivó una tendencia a menores problemas técnicos durante el procedimiento en el segundo periodo. Conclusiones: La utilización de auditorías aleatorias, checklists, briefings y debriefings en la reanimación de los menores de 32 semanas es factible, pero no tiene impacto en los resultados clínicos a corto plazo ni en la correcta ejecución del procedimiento. Las auditorías de los puestos de reanimación neonatal mejoran significativamente su preparación. Abstract: Introduction: In neonatal resuscitation, it is important to know whether the use of a combination of quality assessment tools has an impact on the preparation of the resuscitation bed and equipment, the correct performance of the procedure and the clinical outcomes of the most vulnerable neonates. Material and methods: Multicentre, prospective, quasi-experimental interventional study in five level III-A neonatal units. In the pre- and post-intervention phases, both of which lasted 1 year, there were weekly random audits of the stabilization beds in the delivery room to assess their preparation. In the post-intervention phase, checklists, briefings and debriefings were used in the resuscitation of neonates delivered before 32 weeks. We compared the performance of the procedure and early post-resuscitation outcomes in the 2 periods. Results: 852 audits were carried out in the pre-intervention period and 877 in the post-intervention period. There was a greater percentage of audits that did not identify defects in the second phase (63% vs 81%; P < .001). The first phase included 75 resuscitations and the second 48, out of which all the quality assessment tools had been used in 36 (75%). We did not find any differences in the main clinical variables during stabilization, although we observed a trend towards fewer technical problems during the procedure in the second period. Conclusions: The use of random audits, checklists, briefings and debriefings in the resuscitation of newborns delivered before 32 weeks is feasible but has no impact on short-term clinical outcomes or correct performance of the procedure. Audits of neonatal resuscitation beds significantly improved their preparation.