Cuando se hace alusión al niño y su inteligencia, no se trata de considerar solamente sus capacidades para el aprovechamiento escolar, entendido o asociado al rendimiento, sino más bien como la adquisición de un conocimiento que le permitirá desenvolverse en todos ámbitos de su vida. En este sentido cobra especial interés la inteligencia emocional y las inteligencias múltiples como referentes de nuevas implicaciones en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para ello, se realizó la revisión de varias fuentes de información referidas a la temática descrita, cuyo resultado es este ensayo, desde el cual se presentan algunas consideraciones relacionadas con el desarrollo de la inteligencia emocional desde el quehacer educativo.