Hispania (Aug 2000)
El estatuto de limpieza de sangre y sus repercusiones en Vitoria en tiempos de Felipe II
Abstract
A partir de 1572, Vitoria vivió a su manera la que en toda Castilla constituyó la etapa culminante del proceso de encastamiento social, de culto a la limpieza de sangre. Su situación geográfica y su aduana, la abrían al mundo europeo, haciéndola vulnerable a las ideas, entre ellas a las de la desafección religiosa. Las autoridades eclesiásticas y civiles se vieron involucradas al unísono en un cierto estado de prevención. La defensa del estatuto de limpieza de sangre se extendió por la ciudad, pretendiéndose como obligatorio tanto para los cargos religiosos como los municipales, coincidiendo además con un notable esfuerzo en la preparación de un clero autóctono y con una importante actividad fundacional, imbuida de un fuerte espíritu tridentino que, no obstante, dejó fuera a la Compañía de Jesús. El rechazo a los jesuitas debe entenderse en el contexto de la autarquía religiosa y el discurso del poder local entonces en desarrollo. En cierto modo, sus prédicas ponían en peligro las bases que pretendían justificar la existencia de la elite político-social en auge, que buscaba en el estatuto no sólo un aval de limpieza sino también de nobleza. Por ello, todo lo acontecido en la pequeña ciudad de Vitoria en los años finales del siglo XVI en materia religiosa no ha de medirse sólo en términos de fe sino, ante todo, en términos de poder.
Keywords