Mora (Aug 2018)

María Rosa Oliver (1898- 1977) y Victoria Ocampo (1890-1979): Dos maneras de narrar el Yo

  • María Rosa Lojo

DOI
https://doi.org/10.34096/mora.n23.5206
Journal volume & issue
no. 23
pp. 149 – 158

Abstract

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Procedentes ambas del patriciado argentino, María Rosa Oliver y Victoria Ocampo construyen sus sujetos autobiográficos a partir de varios ejes enfocados de distinta manera: la unidad y la dispersión de la memoria; el cuestionamiento y la constante reinterpretación del Yo; y la relación con sus genealogías y con ciertos mandatos de género: belleza y fecundidad. Dos “anomalías” distinguen la vida de Oliver con respecto a la de Ocampo: un padre outsider en el circuito endogámico aristocrático local, y una enfermedad invalidante, la poliomielitis infantil. Ambas escritoras establecen rupturas y torsiones en el tópico del linaje. Autorrepresentada como último eslabón de una larga cadena de fundadores y constructores de la nación, Ocampo deja de definirse solo como hija y heredera, para pedir el reconocimiento que se le debe a una madre intelectual: la de un país “ingrato”, demandante de cuidados como un niño en crecimiento. Oliver evidencia los débiles y ridículos flancos de su genealogía aristocrática, reivindica las ramas bastardas dentro de su propia familia y se autoasume como miembro fraternal de la común humanidad. Incluso, desde una postura feminista, contempla con ternura protectora a su madre, dañada por la vieja crianza innecesariamente represiva, como si esta fuera su propia hija... El esplendor de la Belleza como una forma divina fascinante y engañosa (Ocampo), o como una luz interior humana (Oliver), será contemplado y encarnado por ambas de distinta forma, pero sin atarlas a la cadena biológica reproductiva. En estas hijas primogénitas, la creatividad y la subjetividad femenina se conjugarán de manera inédita con respecto a todas las antepasadas de su estirpe.