Medicina y Seguridad del Trabajo (Jun 2015)
La Incapacidad laboral como indicador de gestión sanitaria
Abstract
La incapacidad laboral es la situación de pérdida de la capacidad laboral consecuencia de las limitaciones funcionales derivadas de enfermedad o lesión sobrevenida, por lo que está relacionada de forma primordial y directa con la pérdida de la salud (limitación funcional con impedimento laboral), ya que sin esta pérdida no cabría la determinación de una situación de incapacidad. Por ello la incapacidad laboral tiene un elemento sanitario que conviene conocer y los datos derivados de la misma son útiles tanto por su valor como indicador de resultado de las acciones sanitarias, como por su referente como indicador de calidad de vida, pues su situación establece una merma de la calidad de vida básica y fundamentalmente la utilización de los datos de incapacidad como indicador para la gestión sanitaria de gran trascendencia y que obliga al tratamiento de la misma más allá de la simple cuantificación economicista que la priva de la trascendencia sanitaria que dimana de sus datos de salud la incapacidad laboral relacionados, incluyendo el elemental de la enfermedad o la lesión que se padece. El uso de los datos de incapacidad con fines de gestión exige el soporte informático adecuado que la facilite y dada su enorme escala y diversidad, ello sólo es posible con el uso de herramientas de tecnología informática como los "big data" que permitan la recogida, el archivo, comunicación, transferencia y análisis de los datos de incapacidad de enorme volumen y complejidad y su interrelación con otros para confeccionar el mapa de la incapacidad y convertirse en herramienta de planificación y estrategia de gestión sanitaria y de protección social. No obstante lo cual, y hasta que ello no esté disponible, es imprescindible y beneficioso, el uso del dato de incapacidad tipo y grado, asociado a diagnóstico y actividad laboral como un indicador de gestión. Conclusiones: La incapacidad es un indicador de resultado sanitario, un indicador de calidad de vida y un indicador de gestión sanitaria. Hay que avanzar en la recogida, archivo y utilización de los datos de incapacidad más allá de las referencias al coste o al número o distribución geográfica o por regímenes de aseguramiento, para una mejora de la información, el tratamiento informatizado de las bases de datos y su explotación epidemiológica, con la finalidad de facilitar la comunicación de información sanitaria, estableciendo acuerdos institucionales que permitan compartir archivos/información en garantía de la mejor protección ciudadana en materia de salud. Es necesario dar respuesta a las demandas de datos sobre incapacidad que desde las entidades, las direcciones y las jefaturas de gestión sanitaria, así como de las unidades de gestión clínica y de los servicios clínicos, se formulan, máxime por la enorme utilidad que del conocimiento de los datos sobre incapacidad de un determinado proceso y su área de presentación pueden reportar como indicador de resultado sanitario y como instrumento de ayuda a la toma de decisiones en la gestión, tanto clínica (microgestión) como sanitaria (macro y mesogestión).