Revista de Salud Ambiental (Dec 2011)
Gestión de riesgo. Soluciones constructivas
Abstract
El gas radón es un elemento radiactivo que se presenta en la naturaleza por la desintegración del radio contenido en los suelos terrestres. Este gas es capaz de viajar entre los poros del terreno y penetrar en los edificios, donde podrá aumentar su concentración y constituir un riesgo para la salud sus ocupantes por la inhalación del mismo. La Organización Mundial de la Salud califica el radón como agente cancerígeno de grado 1. Según este organismo, el radón es la segunda causa de contracción de cáncer pulmonar detrás del tabaco. En base a la percepción del riesgo derivada de estudios epidemiológicos, algunos países han establecido unos valores de concentración de radón como límites de seguridad, por encima de los cuales se recomienda o se obliga, según el caso, a una intervención arquitectónica para reducir los niveles. Desde una perspectiva arquitectónica, se han venido estudiando diversas técnicas constructivas destinadas a frenar la inmisión de radón hacia el interior de los edificios o a evacuar el mismo, con el fin de disminuir la concentración por debajo de los límites de seguridad. Este artículo desarrolla las distintas estrategias constructivas que se vienen usando para estos fines, algunas de las cuales han sido ensayadas en España gracias a un proyecto de investigación subvencionado por el Consejo de Seguridad Nuclear, y desarrollado por el Instituto Eduardo Torroja y la Universidad de Cantabria.