Revista Alergia México (Jun 2018)
Sensibilización a contactantes en 2003 pacientes de Medellín, Colombia
Abstract
Antecedentes: La dermatitis de contacto alérgica es una dermatosis frecuente en la consulta alergológica y dermatológica. La forma de aproximarse al diagnóstico es mediante la aplicación de la prueba epicutánea o parche, de modo que se pueda verificar el diagnóstico. Debido a la exposición a nuevos alérgenos es importante reconocerlos y diagnosticar la enfermedad mediante el uso de baterías más completas. Objetivo: Evaluar la positividad de los alérgenos de la batería estándar latinoamericana aplicados a pacientes con sospecha de dermatitis de contacto alérgica remitidos a la Unidad Alergológica en Medellín, Colombia. Métodos: Estudio retrospectivo en el que se evaluaron los resultados de pruebas de parche estándar disponible en Latinoamérica realizadas entre enero y octubre de 2016, en pacientes con sospecha de dermatitis de contacto alérgica remitidos a la Unidad Alergológica. Resultados: Se recolectaron datos de las historias de 2003 pacientes a quienes se les aplicó prueba de parche estándar latinoamericana. La mediana de la edad fue de 41 años (RI = 27). El 76.6 % de los pacientes fue del sexo femenino y 9.2 % (n = 184) correspondieron a población pediátrica entre los dos y 17 años. De los 2003 pacientes evaluados, 61.6 % (n = 1233) presentó una prueba positiva al menos a un contactante, 30.7 % (n = 378) estaba monosensibilizado y 69.3 % (n = 855) resultó positivo al menos a dos contactantes. Los 10 alérgenos más comunes fueron sulfato de sulfato de níquel (37.6 %), tetracloropaladato (paladio) (28.16 %), metilisotiazolinona (9.14 %), tiomersal (7.5 %), cloruro de cobalto (6.49 %), metilisotiazolinona/metrilcloroisotiazolinona-Kathon CG (6.39 %), neomicina (6.24 %), dicromato de potasio (3.99 %), mezcla de fragancias (3.69 %) y quaternium 15 (3.2 %). Conclusiones: La dermatitis de contacto es una patología frecuente con gran impacto en la calidad de vida en los pacientes afectados; su diagnóstico se basa en la clínica y se cuenta con la prueba de parche como una herramienta útil para evaluar sensibilizaciones asociadas. Su resultado debe ser evaluado en el contexto clínico para determinar su relevancia clínica a la hora de iniciar una intervención terapéutica. Identificar los alérgenos más frecuentes a los cuales está sensibilizada una población ayuda a evidenciar la tendencia de materiales a los que se expone, hallazgos que han llevado en el tiempo a cambiar las sustancias probadas en esta herramienta diagnóstica.