Zephyrus (Jan 2014)

La implantación neolítica en la Bahía de Gijón desde las postrimerías del V milenio A. C.: enfoque arqueológico y paleoambiental y notas sobre la monumentalidad megalítica

  • Miguel Ángel de BLAS CORTINA

DOI
https://doi.org/10.14201/zephyrus2013727393
Journal volume & issue
Vol. 72, no. 0
pp. 73 – 93

Abstract

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Los primeros indicios antropogénicos en la bahía de Gijón pudieran delatar una precoz actividad pastoril c. 7300 cal BP, mientras que la agricultura de cereales se documenta en 4700-4500 cal BC en Monte Areo, donde poco después serían erigidos los túmulos más antiguos, en paralelo con la consolidación de la economía agropecuaria. Hacia 5000 cal BC el mar alcanzó un nivel cercano al actual, sumergiendo una franja litoral en la que hubo de transcurrir parte de la vida mesolítica. Los estudios arqueobotánicos descubren durante ese tiempo la alta potencialidad alimenticia del medio vegetal. El litoral aportaba además cuantiosos recursos piscícolas y malacológicos. Todo ello justifica la concentración humana y la permanencia de gentes cuyo vínculo con un ámbito rico y reducido las abocaría a su explotación intensiva, generando condiciones materiales que favorecerían el arraigo de la economía campesina. La erección de megalitos a partir de 4000 a. C. denuncia tanto la tensión territorial derivada del conflicto entre el modelo ancestral de caza/recolección y las formas paleocampesinas como la presumible ruptura de una dominante horizontalidad social. Al mismo tiempo, del número de monumentos y de ciertos rasgos de los mismos, se infiere un hábitat disperso, organizado en grupos compuestos por pocos individuos, circunstancia extrapolable a buena parte del territorio cantábrico.

Keywords