Emancipação (Nov 2018)

Para no incomodar

  • Elizabeth Trejos-Castillo

DOI
https://doi.org/10.5212/Emancipacao.v.18i2.0016
Journal volume & issue
Vol. 18, no. 2
pp. 470 – 475

Abstract

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Vengo preguntándome desde hace años por qué nos incomoda tanto la delincuencia juvenil. Y me detengo a pensar si tal malestar social será una respuesta al incremento de actos delictivos juveniles, o quizá nuestra frustración por la infructuosa contención social y legal de esos actos, o si será más bien una genuina preocupación por los jóvenes mismos. Nuestra incomodidad parece estar basada en la opinión reactiva y apresurada de los actos delictivos juveniles, más que en un análisis profundo de la raíz de esos actos que conllevaría un acercamiento a sus historias de vida, un conocimiento más amplio de sus familias, sus contextos sociales y culturales, y sus características personales. Por supuesto que tal acercamiento nos llevaría a comprometer nuestra tolerancia social, nuestros métodos de entender y abordar la delincuencia juvenil como un producto de la sociedad y a asumir una solución más allá de una repartición de culpas y condenas. Por supuesto que tal humanización de la delincuencia vendría a desafiar valores arraigados en la meritocracia sin memoria social, en la mirada indiferente de la familia, del maestro, de la iglesia, del profesional, del gobierno y otras entidades. Por supuesto que entender la delincuencia desde el niño/a o joven infractor incomodaría de más nuestra costumbre de ser indiferentes a las necesidades de otros grupos sociales.