Medicina (Apr 2011)

EL CONTRATO SOCIAL DEL MÉDICO ANTE EL DESASTRE DE LA SALUD Pronunciamiento de la Academia Nacional de Medicina 9 de mayo de 2011

  • Academia Nacional de Medicina

Journal volume & issue
Vol. 33, no. 2
pp. 130 – 135

Abstract

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<p>Con el advenimiento de la atención “gerenciada” de la salud (<em>managed care</em>) que implantó en Colombia la Ley 100 de diciembre 23 de 1993 se ha pretendido modificar el contrato social del médico, sustituir el imperativo hipocrático de considerar ante todo el bien del paciente por una pretendida “justicia distributiva” que ha llevado a Colombia al actual desastre en el sistema de atención de la salud. Economistas de la llamada escuela neoliberal que preconizan la privatización con ánimo de lucro y la mano invisible del mercado como los factores supremos de desarrollo y regulación y propenden por el debilitamiento del Estado y de las instituciones de carácter público, han manejado directa o indirectamente el sistema de salud. Esto tal vez ilustra lo inexplicable: a los 17 años de la creación del Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) todavía no existe un sistema de información con registro único, y la Superintendencia Nacional de Salud es extremadamente débil y continúa adscrita al Ministerio de la Protección Social, dando amplio campo de acción a las aseguradoras, que más bien son intermediarios financieros. Se debe tener en cuenta que un sistema de salud es, en esencia, un sistema de información, y que al crear el mercado de la salud se requerían mecanismos de vigilancia y control muy fuertes. Ni sistema de información, ni adecuada vigilancia, ni estricto control ha tenido el actual sistema de salud colombiano. Sin embargo, la Academia Nacional de Medicina, por ley órgano consultor del Gobierno, ha advertido repetidamente tales fallas desde hace años.</p><p>El modelo de la atención “gerenciada” de la salud significa un cambio profundo en uno de los pilares de la estructura de la sociedad, el de la atención de la salud, y altera en forma dramática tanto el ejercicio de la medicina como la esencia misma de la profesión, con detrimento de la calidad de la atención. En efecto, el modelo actual rompe el imperativo hipocrático e interfiere con la autonomía profesional. “Tradicionalmente el <em>profesionalismo médico</em>, enmarcado en un riguroso código de ética y deontología que define su compromiso moral y de servicio a la sociedad, ejercido a través de la<em>relación médico-paciente</em>, ha sido el fundamento de la atención de la salud. La medicina es la más intensamente moral de las actividades humanas, por cuanto su objetivo es el beneficio del individuo y de la colectividad” (1). Además, la medicina es la más rigurosamente autorregulada y autocontrolada entre todas las profesiones.</p>

Keywords