Enfermería Nefrológica (Dec 2016)
Cambio de modalidad dialítica motivada por la implantación de un marcapasos gástrico
Abstract
La gastroparesia es una alteración crónica de la motilidad gástrica en la que se produce un retraso en el vaciamiento en ausencia de una obstrucción mecánica. La desorganización de la peristalsis antral puede ser consecuencia de cualquier desorden que induzca una disfunción neuromuscular del tracto gastrointestinal, ya que el vaciamiento gástrico refleja la coordinación de diferentes regiones del estómago y el duodeno, así como la modulación extrínseca del sistema nervioso central1. Las etiologías más frecuentes son la idiopática, la diabética y la postquirúrgica aunque también se contemplan otras menos habituales entre ellas las que son consecuencia de trastornos de la conducta alimentaria. Los síntomas habituales incluyen plenitud postprandial, saciedad precoz, náuseas, vómitos, malestar abdominal y sensación de distensión. El diagnóstico de certeza tras excluir otras causas como la obstrucción intestinal, se basa en pruebas que demuestren el vaciamiento gástrico enlentecido, siendo el patrón oro el estudio con escintigrafía1,2. Los objetivos del tratamiento son asegurar el adecuado aporte nutricional que se ve amenazado en este contexto, tratar la enfermedad subyacente si es reconocible y aliviar la sintomatología. Como abordaje inicial son básicos los cambios en la dieta y la terapia con fármacos antieméticos y procinéticos; cuando estas medidas fracasan, los vómitos son incoercibles y derivan en alteraciones electrolíticas, es necesario ingreso hospitalario para la realización de maniobras terapéuticas más invasivas. En casos extremos se inicia nutrición enteral o parenteral, para el tratamiento farmacológico se usa la vía intravenosa.
Keywords