Práctica Familiar Rural (Jul 2018)
Caracterización de los pacientes con infarto agudo del miocardio en un hospital rural en el Ecuador como ejemplo de la inequidad en salud
Abstract
Objetivo. Comparar los resultados del tratamiento del síndrome coronario agudo (SCA), en una población rural del Noroccidente de la provincia de Pichincha en Ecuador, con relación a las intervenciones asumidas como el tratamiento convencional en el primer mundo. Metodología. Se realizó un estudio descriptivo de 316 historias clínicas de pacientes atendidos en un periodo de 6 años, desde enero del 2010 a enero del 2017 en los cuales se reportó el diagnóstico de síndrome coronario agudo, o sus variantes según la Clasificación Internacional de Enfermedades Edición 10 (CIE-10). Se aplicó una encuesta que extrajo datos demográficos, enfermedades previas, exámenes realizados en el diagnóstico inicial, tratamiento recibido en emergencia, tiempo promedio desde el inicio de los síntomas hasta ingresar a la unidad de cuidados coronarios y mortalidad. Resultados. La edad media del episodio isquémico fue de 62.8 años. Los factores de riesgo identificados fueron: hipertensión arterial (55%), diabetes (31%), Dislipidemia (4.8%), y tabaquismo (12%). El 9.5 % refirieron antecedentes de IAM. El 86% presentó hallazgos de SCA en el electrocardiograma, 42.8% mostraron troponinas positivas; el 14.29% (6 pacientes) presentaron un desenlace fatal en la misma sala de emergencia. Más del 50% de los pacientes fue referido al tercer nivel de atención en Quito (22 pacientes). El tiempo promedio entre el inicio de los síntomas y el ingreso a la unidad de cuidados coronarios fue de 12 horas. La mortalidad en los primeros 15 días de los pacientes referidos a tercer nivel fue de 10 pacientes (23,8%). Conclusiones. Se requiere una aplicación contextualizada de los estándares internacionales de manejo de SCA que contemple aspectos como: acceso y disponibilidad al tratamiento inicial denominado MONA (morfina, oxigeno cuando sea necesario, nitratos y aspirina), dotación adecuada de recursos humanos y equipamiento, en hospitales rurales y remotos, para la administración oportuna de fibrinólisis, y una coordinación con el sistema nacional de atención de emergencia y derivación que permiten el acceso a los hospitales con disponibilidad de cuidados coronarios.