REDES: Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales (May 2002)
Amistad e identificación: las micro fundaciones de las pertenencias macro. Amigos europeos e identidad europea
Abstract
Resumen Las pertenencias a “comunidades imaginadas” macro (Anderson 1983), tales como las naciones, están fundadas en la transferencia metonímica generalizada, fomentada por las instituciones, a los habitantes de cierto territorio, de la experiencia interpersonal de confianza y solidaridad. En efecto, la confianza y la solidaridad son primero aprendidas en las interacciones que tienen lugar en la esfera de la familia. Después, mediante el aprendizaje de la solidaridad a partir de la amistad en grupos de pares de la misma edad, los individuos son capaces de pasar de la solidaridad primaria familiar hacia formas de solidaridad más abstractas en sociedades universalistas como las nuestras (Eisenstadt 1956). El contrato social nacional está ideológicamente fundado en el modelo ideal de la solidaridad en las relaciones de amistad. El ejemplo más explícito de ello es el lema francés “liberté, égalité, fraternité”. Esto no quiere decir que exista una correspondencia exacta entre estos dos tipos de relación, tal como Eisenstadt (1984) señala, la fraternidad ideal anunciada por la nación sirve para ocultar y justificar el poder y la instrumentalidad que el orden de la nación-estado ejerce sobre sus miembros. Al mismo tiempo, la amistad (en su acepción más amplia) sostiene el contrato social al mismo tiempo que debe ser relegada a la esfera privada debido a su potencial subversivo (Paine 1969). Las relaciones de amistad a menudo ocurren dentro de la esfera de los estados-nación, puesto que sus instituciones estructuran la interacción y las interdependencias entre los actores a partir de la organización de la división social del trabajo. Sin embargo, ¿qué sucede con las relaciones transnacionales? La figura paradójica del “amigo extranjero” introduce una tensión entre los fundamentos de la solidaridad abstracta y la experiencia de la solidaridad interpersonal. ¿Queda esta tensión relegada a ser resuelta en la esfera privada? ¿O acaso tiene una incidencia en las pertenencias públicas macro sociales reclamadas y proclamadas por los actores? Actualmente, en Europa existe un contexto institucional que permite e intenta promover la identificación con Europa. ¿Podrían tales amistades europeas dar un contenido al envoltorio legal macro de la ciudadanía Europea - por otra parte vacío en términos de apego emocional- fomentando la identidad Europea? Examinamos el efecto de relaciones de amistad trans-nacionales en una muestra de 218 estudiantes Europeos, en su mayoría participantes en programas Europeos de intercambio, sobre la percepción y categorización mutua en tanto que extranjeros, abriendo la cuestión de la identidad Europea. Abstract Macro belongings to abstract “imagined communities” (Anderson 1983), such as nations, are grounded on the generalized metonymy transfer, encouraged by institutions, to the inhabitants of a certain territory, of the interpersonal experience of trust and solidarity. Indeed, trust and solidarity are first learned in the interactions taking place sphere of kinship. Later on, it is through the learning of solidarity in friendship by age groups that individuals are able to go beyond primary family solidarity into more abstract solidarity in universalistic societies as ours (Eisenstadt 1956). The national social contract is ideologically founded on the ideal model of friendship solidarity. The most explicit example of it being the French motto “liberté égalité fraternité”. This doesn’t mean that there is an exact correspondence between the two kinds of relationships, as Eisenstadt (1984) points out the ideal fraternity announced by the nation serves to hide and justify , the power and instrumentality that the order of the nation-state exerts. At the same time, friendship (in its large conception) sustains the social contract at the same time as it has to be relegated to the private sphere due to its subversive potential (Paine 1969). Friendship relations often stay within the sphere of nation-states, since their institutions structure interaction and interdependencies by the division of labor. However what happens with cross-national friendships? The paradoxical figure of “foreign friends” introduces a tension between the foundations of abstract solidarity and the experience of interpersonal solidarity. Is this tension relegated to be solved in the private sphere? May it have an impact on the claims of public macro belongings? Furthermore, in the European context there is an institutional setting allowing and trying to encourage European identity. Can such micro European friendships give a content to the, otherwise empty in terms of emotional attachment, macro legal shell of European citizenship encouraging European identity? We examine the effects of cross-national friendships in a sample of 218 European exchange students on their perceptions of other Europeans as foreign and opening on their European identity.