Papeles de Geografía (Jan 2013)
La Huerta de Cabra, paisaje roto
Abstract
La Huerta de Cabra es un referente ineludible de los paisajes y regadíos tradicionales del interior de la España meridional. Situadas en el contacto entre la campiña y la Subbética cordobesa, deben su existencia al importante caudal que brota de la surgencia kárstica (Fuente del Río) que permite el riego del piedemonte (Huertas Altas) y, aguas abajo, de la terraza aluvial del río Cabra (Huertas Bajas). De origen inmemorial aunque tuvieron gran esplendor en época árabe, se consolidaron en el siglo XVI. Desde entonces conformaron un vergel de geométricas explotaciones minifundistas y rico y variado policultivo, que abastecía de frutas y verduras a un amplio entorno, siendo su ameno paisaje glosado en la literatura y en la percepción de propios y extraños. La orientación productivista de los años sesenta del siglo XX las encauzó hacia la transformación e intensificación de las prácticas agrícolas, llegando a alcanzar su zénit de ingresos y rendimientos. Pero pronto acusaron la incapacidad para competir y adaptarse a los nuevos mercados, de ahí que en las últimas décadas hayan entrado en una dinámica que las hacen casi irreconocibles con respecto al pasado cercano. Las Huertas Altas han sido presa de una urbanización poco controlada, y las Huertas Bajas objeto del abandono y cautivas del monocultivo. La pérdida del patrimonio que ello ha supuesto es dolorosa e irreparable, y ambas son hoy un paisaje roto: las Huertas Altas por la pérdida del suelo rústico a favor de la ocupación urbana y las Huertas Bajas por la pérdida de su función de auténticas huertas.