Ecología Austral (Dec 2008)
El desafío ecohidrológico de las transiciones entre sistemas leñosos y herbáceos en la llanura Chaco-Pampeana
Abstract
En regiones sedimentarias como la llanura Chaco-Pampeana, caracterizadas por una muy escasa pendiente regional (<0.1%), las redes de evacuación de agua superficial y sales hacia el océano son pobres y los excesos hídricos se traducen, con frecuencia, en inundaciones y redistribución local de sales. Sobre la base de la experiencia local y global revisamos los riesgos, desafíos e incertidumbres que plantean dos transformaciones de la vegetación, el reemplazo de bosques secos por agricultura y la conversión de pastizales a plantaciones forestales, sobre la regulación hidrológica y la salinización de aguas y suelos de llanuras. La evidencia de bosques secos de Australia, África y Norteamérica, similares a los del Espinal y Chaco de Argentina, sugiere que su reemplazo masivo por cultivos de secano causa ascensos de napas y transporte de sales a la superficie. Estos bosques utilizan exhaustivamente la precipitación, reducen de forma drástica la recarga de la napa, son capaces de acumular, a lo largo de milenios, sales de origen atmosférico y derivadas de la meteorización en los suelos, y mantienen niveles freáticos profundos. El ingreso de la agricultura aumenta el drenaje profundo, seguido por ascensos graduales en el nivel freático y una fuerte movilización de sales disueltas, lo que afecta la fertilidad de los suelos cuando los niveles freáticos y las sales movilizadas alcanzan la superficie. En el Espinal argentino verificamos bajo bosques secos la nula recarga y el almacenamiento de sales en la zona no saturada de los suelos (0.25 a 7 kg Cl- /m2 de 0 a 6 m de profundidad), y el lavado de esas sales luego del uso agrícola. Este proceso podría explicar la inundación y salinización observadas en el Chaco y el Espinal. A diferencia de los ambientes de bosques secos, los niveles freáticos en los pastizales subhúmedos suelen estar cerca de la superficie, y las napas redistribuyen las sales hacia las zonas topográficamente bajas del paisaje. En estos pastizales, los cambios en el balance hídrico que acompañan al establecimiento de plantaciones forestales alteran la dinámica de las napas freáticas, debido al mayor consumo de estas plantaciones. Esto genera un intenso proceso de salinización de aguas y suelos. Este impacto negativo ocurre en climas subhúmedos, donde las forestaciones pueden revertir el flujo neto hacia las napas, en sedimentos de texturas medias a gruesas (capaces de mantener un buen abastecimiento de agua) hacia las masas forestales, y donde las especies forestales toleran en particular la salinización. En un relieve extremadamente plano como el de la llanura Chaco-Pampeana, los cambios en el uso de la tierra afectarían en forma intensa y difícil de anticipar el transporte vertical y horizontal de agua subterránea y sales. Esta vulnerabilidad hidrológica exige comprender y manejar los ciclos del agua y las sales desde una perspectiva eco- hidrológica y plantea el desafío de desarrollar una “agronomía del agua” capaz de contribuir a la regulación de los niveles freáticos a través del manejo de los ecosistemas naturales y cultivados.