Latin American Journal of Sedimentology and Basin Analysis (Jul 2022)

Mineralogía de arenas del material parental de suelos del noreste de Santiago del Estero, Argentina

  • LUCAS MARTÍN MORETTI,
  • Lidia Amanda Vizgarra,
  • Héctor José María Morrás,
  • Leonardo Mauricio Tenti Vuegen,
  • Darío Martín Rodríguez,
  • Guillermo Andrés Schulz

Journal volume & issue
Vol. 29, no. 1

Abstract

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El extremo noreste de Santiago del Estero se sitúa en el borde noroccidental de la cuenca de los Bajos Submeridionales (BBSS) en el sector distal del mega-abanico del río Salado. Para esta región se han reportado sedimentos eólicos (Formación Urundel), lacustres y fluviales, cuya génesis está vinculada con cambios climáticos y procesos neotectónicos del Cuaternario. La Formación Urundel se caracteriza por abundante cuarzo y ausencia de vidrio volcánico en las fracciones gruesas, e illita en la fracción arcilla. No obstante estudios recientes en la región revelaron la presencia de suelos y pedosedimentos compuestos por vidrio volcánico, illita, caolinita y minerales interestratificados illita-esmectita. El objetivo de este trabajo es profundizar en el conocimiento de la génesis y evolución de los suelos de este sector de los BBSS, a través del estudio mineralógico de la fracción arena de cinco perfiles ubicados en una toposecuencia. Se incluyen otros datos analíticos físicos y físico-químicos para complementar las interpretaciones. Los análisis permitieron diferenciar una paleosuperficie (P) en la base de los perfiles y dos unidades depositacionales (UD) sobreyacentes, que comprenden al pedosedimento (UD I) y a un material de poco espesor y de textura fina (UD II). También se reconoció un nivel de transición señalado como UD I-P. En todos los casos se identificó cuarzo, feldespatos, alteritas, vidrio volcánico ácido, micas, hornblendas y piroxeno, además de pseudo-arenas y granos recubiertos, donde las proporciones de cada uno varían tanto dentro como entre perfiles. Las paleosuperficies (P) y las UD I-P son ricas en cuarzo y pobres en vidrio volcánico, micas, minerales ferromagnesianos, pseudo-arenas y granos recubiertos. En el pedosedimento (UD I) esta relación se invierte, siendo notorio el incremento en vidrio volcánico, pseudo-arenas y granos recubiertos, mientras que en la UD II se registran en general porcentajes intermedios. Estas variaciones se corresponden con los valores de la susceptibilidad magnética (?), la cual es mayor en el solum de los perfiles y disminuyen hacia la base en relación al menor contenido de minerales ferromagnesianos. Por su parte, el abundante contenido de pseudo-arenas detectado en el pedosedimento (UD I) implica una subestimación del porcentaje de arcilla en el análisis granulométrico, lo que es reflejado además, en valores anómalos de la CIC calculados para esa fracción. Los resultados sugieren un modelo de evolución paisaje-suelo relacionado con los cambios ambientales del Cuaternario en la región, en donde las fluctuaciones climáticas y la dinámica tectónica del Pleistoceno Superior habrían provocado el reajuste en la red hidrográfica del río Salado, favoreciendo procesos de erosión de paleosuperficies y generando pedosedimentos. La mineralogía determinada para la paleosuperficie permite vincularla con los sedimentos del río Salado y con las areniscas cuarcíticas del sustrato prealuvional aflorante en el área. Por su parte, el pedosedimento se habría enriquecido en minerales de origen volcaniclástico, donde la elevada proporción de vidrio los relaciona con la Formación Tezanos Pinto, descrita más al sur en la cuenca de los BBSS. Finalmente, la UD II correspondería a otro evento de depositación eólica que cubrió la superficie de la subcuenca, probablemente durante alguno de los ciclos áridos del Holoceno.