Acta Gastroenterológica Latinoamericana (Jan 2014)

Diagnóstico no invasivo de la presencia de várices esofágicas en pacientes cirróticos

  • Daniela Chiodi,
  • Nelia Hernández,
  • Gustavo Saona,
  • Adriana Sánchez,
  • Joaquín Berrueta,
  • Germán Mescia,
  • Carmen Pollio,
  • Gabriela Robaina

Journal volume & issue
Vol. 44, no. 2
pp. 108 – 113

Abstract

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Introducción. El sangrado variceal es una complicación frecuente y grave de la cirrosis. La detección de várices mediante una videogastroscopía (VGC) está recomendada en todo paciente cirrótico para decidir la necesidad de tratamiento preventivo. Se han descrito marcadores no invasivos que podrían evitar la realización de la VGC. Objetivo. Determinar y comparar marcadores no invasivos (diámetro longitudinal del bazo, conteo plaquetario, razón plaquetas/bazo) como predictores de várices esofágicas. Material y métodos. Se estudiaron retrospectivamente 125 pacientes con cirrosis de cualquier etiología, provenientes de 3 centros hospitalarios. Todos ellos contaban con VGC, hemograma y ecografía abdominal. La exactitud diagnóstica para determinar la presencia de várices esofágicas o de várices grandes de acuerdo a las distintas variables fue estudiada mediante el área bajo la curva ROC (AUROC). Resultados. La prevalencia de várices esofágicas fue de 63,2% y en el 42,4% del total de pacientes se diagnosticaron várices grandes. La razón plaquetas/ bazo y el conteo plaquetario mostraron una AUROC de 0,74 para la detección de várices esofágicas. El punto de corte para la razón plaquetas/bazo fue 1.010 (sensibilidad 72,15% y especificidad 71,74%) para la presencia de várices y 870 para la presencia de várices clínicamente relevantes (sensibilidad 62,26% y especificidad 62,50%). El análisis según estos puntos de corte mostró que 23,6% de los pacientes con resultados mayores de 1.010 tenían várices grandes y 45% de los pacientes con valores menores de 870 no tenían várices clínicamente relevantes. Conclusiones. Si bien la razón plaquetas/bazo demostró una AUROC moderada, su aplicación conllevaría un riesgo de no diagnosticar várices grandes en casi un cuarto de la población estudiada.