Historia contemporánea (Feb 2012)

Sobre el concepto de intelectual

  • Christophe Prochasson

DOI
https://doi.org/10.1387/hc.5217
Journal volume & issue
no. 27

Abstract

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En lengua francesa, el sustantivo «intellectuel» apareció por primera vez, bajo la pluma de Saint-Simon, hacia 1820. Pero la historia del concepto sólo empieza de verdad en los últimos años del siglo XIX. Desde entonces, ha estado sometido a constantes redefiniciones según los diferentes contextos de enunciación. Contextos que dependían, por una parte, de ciertos acontecimientos políticos (desde el affaire Dreyfus hasta la muerte del marxismo político en la década de 1980) o de determinadas circunstancias o coyunturas socioculturales (el crecimiento ininterrumpido de la población escolarizada y universitaria, o la afirmación de la cultura de masas). Para reconstituir de manera más precisa la gama de significados históricos de «intelectual» convendría cambiar de enfoque y restituir los microcontextos referidos a las relaciones concretas entre individuos. Lejos de reducirse simplemente a una clase o a una categoría social que asimilaría el «intelectual» a las «profesiones intelectuales», este concepto tiene una riqueza semántica en el que cristalizan numerosos asuntos cruciales de carácter político, cultura y moral. Nadie se define impunemente como «intelectual», del mismo modo que se atribuye o se niega tal calidad a otro sin razón. Solamente el análisis, a escalas variables, de la dinámica de las situaciones históricas concretas es capaz de dar cuenta de las múltiples figuras y metamorfosis de dicho concepto. El artículo no supone, pues, más que un primer esbozo a gran escala de este análisis.