Revista Brasileira de Educação (Jan 2006)
Democracia e movimentos instituintes
Abstract
Vivimos en una época de pocas certezas, de mucho desánimo en relación a la sociedad, a la política, a la acción humana y a su poder. La fragilidad de los sentidos colectivamente instituidos prolonga e intensifica el vacío y el aislamiento en que lo cotidiano penetra en cada uno. Lo más grave en el escepticismo contemporáneo, sin embargo, no es el descreimiento en relación a los sentidos que mantienen el mundo común y cada existencia privada sobre la tierra: es también y sobretodo la renuncia a lo que da a la existencia humana su originalidad. Para todos los vivientes, lo que se puede llamar de sentido de la existencia se agota en el puro funcionalismo. Solamente el humano escapa a las reglas del funcionalismo y se independiza en relación a la finalidad de preservación y reproducción: por eso, los sentidos por él creados tienen finalidades que van mucho más de una simple supervivencia.