Revista de la Facultad de Medicina Humana (Apr 2018)

Regeneración del tubo digestivo con células madre estimuladas por luz infrarroja

  • María Teresa de Taboada,
  • Patricio Centurión,
  • Cynthia Montenegro,
  • Jhony Alberto De la Cruz-Vargas

DOI
https://doi.org/10.25176/RFMH.v18.n4.1725
Journal volume & issue
Vol. 18, no. 4
pp. 12 – 15

Abstract

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La “Barrera Intestinal” (BI) cubre una superficie de aproximadamente 400 m2 y requiere cerca del 40% del gasto energético del cuerpo. Entre sus funciones están el evitar la pérdida de agua y electrolitos y la entrada de antígenos y microorganismos al organismo humano1. Al mismo tiempo, la BI debe permitir el intercambio de moléculas entre el cuerpo y el medio ambiente, así como la absorción de nutrientes de los alimentos consumidos. Las adaptaciones especializadas de la mucosa intestinal del mamífero cumplen dos funciones aparentemente opuestas: en primer lugar, permitir una coexistencia pacífica con la Microbiota intestinal sin provocar inflamación crónica y, en segundo lugar, proporcionar una respuesta inflamatoria y defensiva medida según la amenaza de patógenos.