Revista Interdisciplinaria de Estudios de Género de El Colegio de México (Mar 2024)

La película Barbie: Avalancha de clichés, feminismo washing y regreso a los esencialismos

  • Karine Tinat

Journal volume & issue
Vol. 10, no. 1

Abstract

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La muñeca Barbie no es feminista. Durante décadas, distintas generaciones la acusaron de proyectar una imagen estereotipada de la mujer, por ejemplo, con medidas corporales inalcanzables, de disfrutar una vida vacía de sentido o más bien hedonista, en escenarios improbables de color rosa. La película Barbie, dirigida por Greta Gerwing, sí tiene por tema central el feminismo y, por esta misma razón, estudiantes de la maestría en Estudios de Género del Centro de Estudios de Género de El Colegio de México y yo nos reunimos a conversar. En aquel momento, la película acababa de superar los mil millones de dólares en ingresos a nivel mundial. Este dato nos remitió inmediatamente al fenómeno del feminismo washing,[1] es decir, al hecho de que las grandes marcas —aquí Mattel— recurran a prácticas de marketing centradas en mensajes de igualdad de género y feminismo con el objetivo de modernizar sus productos y multiplicar las ventas. De ahí surge la pregunta: ¿estas estrategias son fundamentalmente perniciosas? ¿O permiten hacer circular ideas a personas poco familiarizadas con estos temas y de eso hay que regocijarse? En la entrevista siguiente, hablamos a la vez de lo positivo de la democratización de los valores —feminismo y patriarcado aparecen como palabras clave que ahora fluirán en el lenguaje cotidiano— y de los múltiples reduccionismos de la película que ellos sí tienden a irritar (es un eufemismo). Para reforzar la idea del patriarcado, hubiera sido sensato ahondar en la temática de las diversas violencias que genera la dominación masculina, mostrando situaciones en Barbieland que no remitirían forzosamente a que “cada día es el mejor día”. Si bien sabemos que los clichés siempre constituyen un recurso para desatar risas y hacer las películas más cómicas, sí nos preocuparon las últimas escenas marcadas por la idea esencialista, según la que ser mujer es tener una vagina e ir al ginecólogo. Las feministas llevamos más de cincuenta años demostrando que el género es una construcción cultural, social, simbólica a disociar del dato biológico de la diferencia sexual.

Keywords