Revista de Salud Ambiental (Nov 2001)
Disruptores endocrinos. El caso particular de los xenobióticos estrogénicos. II Estrógenos sintéticos Endocrine disrupters. The case of oestrogenic xenobiotics II: synthetic oestrogens
Abstract
En los últimos años se ha puesto en evidencia que muchas sustancias químicas de origen antropogénico son capaces de alterar el sistema endocrino de los seres vivos y se ha acuñado el nombre de disruptores endocrinos para definirlas. El número de disruptores endocrinos es una preocupación creciente si se añade a la inclusión de nuevos compuestos químicos, hasta ahora insospechados, la información generada sobre sus precursores, metabolitos y productos de degradación que tan solo ahora empiezan a conocerse. No se ha podido definir una estructura química única que permita clasificar a un compuesto químico como mimetizador de las hormonas sexuales femeninas, de tal manera que estructuras químicas similares a los estrógenos naturales, basados en el ciclopentanoperhidrofenantreno, comparten con los estilbenos, bisfenoles, bifenilos, alquilfenoles, dioxinas, furanos y parabenes su efecto hormonal estrogénico. El reconocimiento de la actividad estrogénica en diferentes modelos biológicos se ha utilizado para actualizar el censo de xenoestrógenos y poner de manifiesto fuentes de exposición humana hasta el momento insospechadas.In recent years, it has been demonstrated that endocrine systems of living beings can be altered by many chemical substances of anthropogenic origin, designated as endocrine disrupters. There are growing concerns about the number of these endocrine disrupters. It has not been possible to define a single chemical structure that allows the classification of a chemical compound as a mimic of female sex hormones, so that chemical structures similar to natural estrogens, based on cyclopentanoperhydrophenanthrene, share their hormonal effect with stilbenes, bisphenols, alkylphenols, dioxins, furans and parabenes. The recognition of estrogenic activity in different biological models has been used to update the list of xenoestrogens and reveal sources of human exposure that were previously unknown. New previously unsuspected chemical compounds have been added to the list, as well as their precursors, metabolites and degradation products, whose effects are only now beginning to be recognised.