Medicina Clínica Práctica (Apr 2024)
Assessment of clinical competence of medical students: Future perspectives for Spanish Faculties
Abstract
Medical education should foster professionals with knowledge and skills, professional attitudes, and social responsibilities. Undergraduate and postgraduate education and continuing professional development as specialist each have unique possibilities and responsibilities.The use of varied assessment formats assist progression towards the expected program outcomes. An analysis of the main methods for assessing clinical competence is done. This will support students, provide confidence, and document the competence acquired; needed for safe practise, professional life-long learning, being a member of the medical knowledge community and a catalyst for a health promoting society.Spanish medical schools have partially incorporated the Bologna Process, including the introduction of outcome-based medical education. With some exceptions however, they continue with non-integrated curricula, structured on independent subjects.Instead, integrated and progressive competence assessment programs in horizontally and vertically integrated curricula should be established based on the programmatic assessment paradigm. This supports feedback and summative decisions for each student, to help them progress and reach the expected outcomes. Resumen: La educación médica debe fomentar profesionales con conocimientos y habilidades, actitudes profesionales y responsabilidades sociales. La educación de pregrado y posgrado y el desarrollo profesional continuo como especialista tienen desarrollos y responsabilidades propios.El uso de formatos de evaluación variados ayuda a avanzar hacia los resultados esperados del programa. Se realiza un análisis de los principales métodos de evaluación de la competencia clínica. Esto apoyará a los estudiantes, les brindará confianza y documentará la competencia adquirida; Todo ello es necesario para el desarrollo de una práctica segura, un aprendizaje profesional permanente, considerarse miembro de la comunidad de conocimiento médico y es, además, un catalizador para una sociedad que promueva la salud.Las facultades de medicina españolas han incorporado parcialmente el Proceso de Bolonia, incluida la introducción de una educación médica basada en resultados. Sin embargo, salvo algunas excepciones, continúan con planes de estudios no integrados, estructurados en materias independientes.Se deben establecer programas integrados y progresivos de evaluación de competencias en currículos integrados horizontal y verticalmente con base al paradigma de evaluación programática. Esto respalda la retroalimentación y las decisiones sumativas para cada estudiante, para ayudarlos a progresar y alcanzar los resultados esperados.
