Urbano (Aug 2002)

Concepción: una ciudad para la imaginación

  • Moisés Carrillo Valenzuela

Journal volume & issue
Vol. 5, no. 6

Abstract

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Si todos los ciudadanos soñáramos vivir en la mejor urbe del país, no hay duda que pensaríamos cómo mejorarla, cómo hacerla más atractiva. Todos los días vivimos la ciudad, pero no nos damos cuenta como influye en nuestras vidas, en el diario quehacer, en nuestras relaciones, en nuestros hijos, en el trabajo. Recorremos sus rincones, sus barrios, el centro, sin percatarnos, a veces, el desagrado o agrado que nos entrega. Cuando tenemos un inconveniente, atraso en la movilización, una calle inundada, un taco interminable por falta de calles alternativas, no poder estacionar cerca de donde deseamos, no encontrar >una dirección por falta de señalización adecuada, recibir los gases y el ruido de las máquinas de transporte urbano, entonces sí pensamos en que las autoridades no han arreglado esto o lo otro. Culpamos a quienes dirigen los servicios locales. La verdad es que todos somos culpables. Tenemos la ciudad que merecemos, pues no hemos hecho nada por mejorarla, por exigir que se solucionen sus defectos graves, por colaborar, desde el espacio que ocupamos, embelleciéndolo, dándole importancia a nuestro entorno inmediato.