Medicentro (Jan 2012)
AISLAMIENTOS DE LA PUNTA DEL CATÉTER VENOSO CENTRAL EN EL HOSPITAL UNIVERSITARIO “ARNALDO MILIÁN CASTRO”
Abstract
La cateterización venosa se define como la inserción de un catéter biocompatible en el espacio intravascular, central o periférico, con el fin de administrar soluciones, medicamentos, nutrición parenteral, medios de contraste y realizar pruebas diagnósticas, entre otros1. Desde que se popularizó su uso para nutrición parenteral por Dudrick, en 1968, este método se ha convertido en un procedimiento habitual en un gran número de pacientes2. A pesar de ser de amplia utilización en la actualidad, la implantación de un catéter venoso central implica un riesgo significativo de morbilidad y mortalidad para todos los pacientes, en todas las edades; se destacan, por su frecuencia, las infecciones nosocomiales relacionadas a catéteres; estas determinan una mortalidad sobreagregada y un aumento de los costos, debido al uso de tratamientos antimicrobianos, pruebas diagnósticas y a una mayor estadía hospitalaria3,4. Los microorganismos que se han visto implicados en su patogenia son los cocos grampositivos; individualmente, los más prevalentes han sido Staphylococcus epidermidis y otros estafilococos coagulasa negativa5. En los últimos años ha aumentado la incidencia de infecciones por Staphylococcus aureus, dato importante por su capacidad para producir infecciones más graves y de mayor mortalidad (8,2 % frente 0,7 % de Staphylococcus sp.). Se observa también un incremento, tanto en sepsis por bacilos gramnegativos, sobre todo en pacientes inmunodeprimidos con catéteres tunelizados, como en las infecciones por Candida sp. relacionada con el uso de la nutrición parenteral6.