Revista Chilena de Historia Natural (Sep 2012)

Conservación de la biodiversidad en Chile: Nuevos desafíos y oportunidades en ecosistemas terrestres y marinos costeros Biodiversity conservation in Chile: New challenges and opportunities in terrestrial and marine coastal ecosystems

  • CARMEN JORQUERA-JARAMILLO,
  • J. M. ALONSO VEGA,
  • JAIME ABURTO,
  • KARINA MARTÍNEZ-TILLERÍA,
  • MARIO F. LEON,
  • MIGUEL A. PÉREZ,
  • CARLOS F. GAYMER,
  • FRANCISCO A. SQUEO

Journal volume & issue
Vol. 85, no. 3
pp. 267 – 280

Abstract

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La pérdida de la biodiversidad producida por el crecimiento demográfico, la demanda por recursos y la actividad productiva es contradictoria con el reconocimiento de su importancia. En ecosistemas terrestres, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE) contiene cerca del 19 % del territorio de Chile continental; aunque no representa todos los ecosistemas con especies amenazadas, puede ser complementado implementando nuevas áreas protegidas públicas (AP) y privadas (APP). El desarrollo de áreas marinas protegidas (AMP) es incipiente, y algunas iniciativas comparten la responsabilidad de conservación con los usuarios locales. En Chile, un conjunto de reglamentos, normas legales y tratados internacionales promueven distintas oportunidades de conservación en ecosistemas terrestres y marinos costeros, de las cuales emergen nuevos desafíos. Entre estos destacan, estandarizar la clasificación de especies según categorías de conservación en un protocolo internacional y optimizar las metodologías para seleccionar áreas prioritarias, ambos criterios indispensables para decidir qué y dónde conservar. Otro desafío es integrar el valor intrínseco de la biodiversidad con los servicios ecosistémicos que presta para instaurar una cultura participativa. Esto mejoraría la efectividad de las distintas estrategias de protección y uso sustentable de la biodiversidad al incorporar la educación y la participación ciudadana desde una perspectiva biocultural. La educación fomenta la conservación de la naturaleza al hacernos conscientes de nuestro entorno; mientras que la participación involucra a los ciudadanos como un actor más en la toma de decisiones, procurando la aplicación efectiva de las estrategias de conservación de la biodiversidad.Biodiversity loss caused by population growth, the demand of resources and productive activities is inconsistent with the recognition of its importance. In terrestrial ecosystems, the National State System of Protected Areas (SNASPE) contains about 19 % of continental Chile. Although it does not represent all the ecosystems with endangered species, it can be supplemented by implementing new public and private protected areas (PA and PPP, respectively). The development of Marine Protected Areas (AMP) is emerging, and some strategies share conservation responsibility with local stakeholders. In Chile, a set of regulations, laws and international treaties promote different conservation opportunities in land and marine coastal ecosystems. Some of the derived challenges involve standardizing the classification of species in conservation categories according to an international Protocol and optimizing the methodologies for selecting priority conservation areas; both criteria are essential for decision-making in biodiversity conservation. Another challenge is integrating the intrinsic value of biodiversity and the ecosystem services provided for promoting a participatory culture. This would improve the effectiveness of different strategies for the protection and sustainable use of biodiversity, involving education and citizen participation from a bio-cultural perspective. Education promotes nature conservation, as people become aware of their environment. Since participation involves citizens as actors in decision-making, it promotes the effective implementation of strategies for the conservation of biodiversity.

Keywords