Revista de Filología Románica (Jan 2002)
Barcelona, Nápoles y Valencia: tres momentos del Humanismo en la Corona de Aragón
Abstract
Se exponen resumidamente los rasgos de los tres momentos en los que se acusa en la Corona de Aragón el cambio renovador de la mentalidad occidental que, conocido como movimiento humanista, se manifiesta sobre todo en el ámbito filológico. Este nuevo talante fragua en valiosas obras literarias, vinculadas a tres puntos geográficos urbanos: Barcelona, Nápoles, Valencia. Aproximadamente se dan con la siguiente sucesión cronológica: desde la década de 1380 en la Cancillería barcelonesa, donde destaca la figura de Bernat Metge, no sólo introductor de las principales coordenadas sino quien rescata el género del diálogo; a mediados del siglo XV, alrededor de la corte napolitana de Alfonso el Magnánimo (ca. 1442-1458, tomando como referente final el fallecimiento de este rey), donde sobresale la novela Curial e Güelfa; y la segunda mitad del cuatrocientos, en la sociedad valenciana, donde podemos tomar como referencia la fecha de redacción y edición del Tirant lo Blanc, respectivamente 1460 y 1490. Una de las características que podrían abstraerse como general de la producción en lengua catalana bajo este signo es el sentido crítico en cuestiones éticas respecto al mentor del movimiento, Petrarca; si bien cabe advertir respecto a esta nota la intensidad decreciente a partir del primer momento y, en cualquier caso, al margen de la obvia admiración que suponía el alinearse con el espíritu de innovación. Estos estudios se hallan en un momento de efervescencia, tanto por el interés que están despertando más allá de la especialidad filológica —lo cual es lógico dado que el espectro de las Humanidades era entonces más amplio—, como por las continuas aportaciones de fuentes literarias que no se conocían anteriormente.