Salud Pública de México (Jan 2006)
Política fiscal y control del tabaco: una oportunidad única para beneficiar a la salud pública y al erario Fiscal policy and tobacco control: a unique opportunity to benefit public health and the public treasury
Abstract
Diversos estudios y análisis demuestran que el aumento en el precio del tabaco a través de los impuestos es una de las herramientas más eficientes dentro de una política integral de combate al tabaquismo. Los incrementos en los impuestos contribuyen a promover la cesación, a reducir el consumo y el número de muertes entre los adictos y a disminuir el número de personas que empiezan a fumar. Sin embargo, muchos gobiernos dudan en aplicar altos impuestos al tabaco por temor a posibles daños económicos incluyendo la pérdida de empleos y la disminución en los ingresos fiscales como consecuencia del contrabando. La literatura especializada y la experiencia empírica indican que tales consecuencias negativas no se producen o han sido sobreestimadas, con frecuencia debido a los argumentos promovidos por la propia industria tabacalera. Los incrementos en los impuestos al tabaco reditúan en mayores ingresos fiscales, incluso en presencia del contrabando, el cual puede ser combatido sin erosionar las políticas de control de tabaco. La experiencia internacional indica que numerosos países, incluyendo México, aún tienen un amplio margen para aumentar los impuestos al tabaco y aprovechar una oportunidad excepcional de beneficiar tanto a la salud de la población como al erario público. Para ello es necesario enfrentar a la poderosa industria tabacalera, la cual sabe bien de la eficiencia de los impuestos para combatir el tabaquismo y por lo tanto recurre a intensas campañas de propaganda, al cabildeo político y a la negociación de acuerdos voluntarios para "autorregularse" con tal de evitar medidas legales o fiscales más estrictas.Various studies and analyses show that an increase in tobacco prices through taxation is one of the most efficient tools in the application of integral policies in the fight against tobacco. Increases in taxes contribute to cessation, to reductions in consumption and in the number of deaths among addicts and to decrease the number of people who start to smoke. However, many governments hesitate to apply high taxes to tobacco for fear of possible negative economic results including loss of jobs and a decrease in fiscal revenue as a consequence of smuggling. Both literature and empirical experience indicate that these negative consequences do not occur or have been overestimated, often due to arguments promoted by the tobacco industry itself. Increases in tobacco taxes result in greater fiscal income, even in the presence of smuggling, which can be confronted without eroding tobacco control policies. Numerous countries, including Mexico, still have a wide margin for increasing tobacco taxes, and thereby to take advantage of an exceptional opportunity that benefits both the population's health and the public treasury. To do so, governments must stand up to the powerful tobacco industry, which is aware of the efficiency of taxes to combat tobacco use and therefore resorts to intense ad campaigns, political lobbying and negotiation of voluntary agreements for "self-regulation" in order to avoid stricter legislative or fiscal measures.