En Cehegín hubo dos categorías de hidalguía: los notorios y los ejecutoriados. Estos últimos debían probar su nobleza litigando en las Chancillerías frente a los concejos que pretendían reducir el número de privilegiados en la villa, que era competencia de los primeros, quienes gobernaban la villa y por razones económicas, ya que la nobleza estaba exenta de pagar impuestos.