Cirugía Cardiovascular (Apr 2012)

277. Nuestra experiencia inicial en la reparación mitral por patología congénita

  • G. Sauchelli,
  • J. Casares Mediavilla,
  • C. Merino Cejas,
  • J.J. Otero Forero,
  • D. Valencia Núñez,
  • P. Maiorano Iuliano,
  • I. Pernia Oreña,
  • P. Alados Arboledas,
  • M.T. Conejero Jurado,
  • M.A. García Jiménez,
  • J. Moya

DOI
https://doi.org/10.1016/S1134-0096(12)70555-7
Journal volume & issue
Vol. 19, no. 2
p. 202

Abstract

Read online

Las lesiones congénitas de la válvula mitral son un reto quirúrgico. La morfología y el tipo de lesión condicionan y limitan las técnicas quirúrgicas disponibles para su corrección. Recogemos nuestra experiencia en la reparación mitral en niños. Material y métodos: Entre 2006–2011 hemos intervenido 29 pacientes con lesiones sintomáticas en la válvula mitral. Edad media 18 meses (2–144). La reparación mitral fue la primera alternativa. El tipo de lesión fue: estenosis o doble lesión mitral (DLM) en 12 pacientes (41%), insuficiencia mitral (IM) grave 5 (17%), poscorrección canal auriculoventricular (AV) 9 (31%), y iatrogénicas 3 pacientes (11%). La corrección se realizó utilizando una o la combinación de estas técnicas: resecciones de valva posterior 3 casos (10%), sutura de cleft 3(10%), comisurotomía 10 (35%), papilotomía 6 (20%), anuloplastia 7 (24%), en 3 de éstos se utilizó un anillo de Kalangos y en otros 2 de Carpentier, resección de rodete supramitral 6 (20%). Resultados: No hubo mortalidad. Se realizó ecocardiografía transesofágica (ETE) intraoperatoria y se toleró IM residual leve. En la evolución precoz 2 pacientes (6,7%) desarrollaron insuficiencia grave y requirieron reemplazo valvular por prótesis mecánicas. En el seguimiento el 89,6% está libre de IM o con IM leve residual, a los 3,5 años. El 96% está en grado funcional I de la New York Heart Association (NYHA). Conclusiones: Consideramos que la reparación de la válvula mitral en lesiones congénitas es la primera alternativa. Los resultados son satisfactorios y estables a lo largo del tiempo, al igual que en adultos. Esto permite a los niños alcanzar la edad adulta en un grado funcional aceptable.