Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (Jan 1996)
Los secuestrados del goce.
Abstract
Las circunstancias actuales del consumo de drogas crean, desde hace tiempo, un malestar creciente. Malestar de los sujetos y malestar de la sociedad, malestar de una civilización que vacila para guiarse entre la ciencia y la religión. En el momento en que vivimos, el discurso en torno a las toxicomanías hace tanto ruido como para no permitirnos escuchar casi nada. Es un momento en que la cuestión de las drogas oscila entre la penalización criminal y la medicalización impotente, donde el llamado toxicómano aparece simultáneamente como culpable o como víctima del desorden social. Es una ocasión propicia para que los poderes públicos, erráticos al legislar, impotentes para vigilar y desorientados para castigar, gasten ingentes sumas de dinero con resultados que no podemos considerar satisfactorios: como lo demuestran las oscuras y acéfalas estadísticas, o la multiplicación de estrategias que intentan acallar la culpabilidad.