Neurología (Apr 2021)
Pronóstico al año de la hemorragia subaracnoidea cortical no traumática: Serie prospectiva de 34 pacientes
Abstract
Resumen: Introducción: Las hemorragias subaracnoideas corticales (HSAc) tienen numerosas etiologías. No hay estudios prospectivos que indiquen su evolución a largo plazo. El objetivo de este trabajo es describir las características clínicas y etiológicas de los pacientes con HSAc y conocer su pronóstico. Métodos: Estudio observacional, prospectivo y multicéntrico. Se recogieron variables clínicas y radiológicas, y se siguió la evolución al año, observando la mortalidad, dependencia, tasa de resangrado y aparición de demencia. Resultados: Se incluyeron 34 pacientes (edad media 68,3 años, rango 27-89). Los síntomas más frecuentes fueron el déficit neurológico focal, con frecuencia transitorio y de repetición, y la cefalea. El TAC fue patológico en 28 pacientes (85%). Se realizó RM cerebral en 30 pacientes (88%), con isquemia aguda en 10 (29%), sangrados antiguos en 7 (21%) y siderosis superficial en otros 2 (6%). Se encontró etiología en 26 pacientes (76,5%): angiopatía amiloide (n = 8), ictus isquémico (n = 5), vasculitis (n = 4), encefalopatía posterior reversible (n = 2), trombosis venosa (n = 2), síndrome de vasoconstricción cerebral reversible (n = 2), oclusión carotidea (n = 1), síndrome de Marfan (n = 1) y carcinomatosis meníngea (n = 1). Durante el seguimiento fallecieron 3 pacientes (en 2 de ellos relacionado con la causa de la HSAc). Tres pacientes desarrollaron una demencia, 3 presentaron un hematoma lobar y otro una nueva HSAc. Conclusiones: En nuestra serie las causas más frecuentes de HSAc fueron la angiopatía amiloide, el ictus isquémico y la vasculitis. La HSAc tiene peor pronóstico que otras HSA no aneurismáticas. Puede tener numerosas causas y su pronóstico depende de la etiología subyacente. En el anciano existe una frecuente asociación con hemorragia intracraneal y deterioro cognitivo. Abstract: Introduction: Cortical subarachnoid haemorrhage (cSAH) has multiple aetiologies. No prospective study has reported the long-term progression of the condition. The objective of this study is to describe the clinical and aetiological characteristics of patients with cSAH and to gain insight into prognosis. Methods: We performed a prospective, observational, multi-centre study. Data on clinical and radiological variables were collected; during a one-year follow-up period, we recorded data on mortality, dependence, rebleeding, and the appearance of dementia. Results: The study included 34 patients (mean age, 68.3 years; range, 27-89). The most frequent symptoms were headache and focal neurological deficits, which were frequently transient and recurrent. CT scans returned pathological findings in 28 patients (85%). Brain MRI scans were performed in 30 patients (88%), revealing acute ischaemia in 10 (29%), old haemorrhage in 7 (21%), and superficial siderosis in 2 (6%). Aetiology was identified in 26 patients (76.5%): causes were cerebral amyloid angiopathy in 8, ischaemic stroke in 5, vasculitis in 4, reversible posterior encephalopathy in 2, venous thrombosis in 2, reversible cerebral vasoconstriction syndrome in 2, carotid occlusion in 1, Marfan syndrome in 1, and meningeal carcinomatosis in 1. Three patients died during follow-up (2 due to causes related to the cause of cSAH). Three patients developed dementia, 3 had lobar haemorrhages, and one had a second cSAH. Conclusions: The most frequent causes of cSAH in our series were cerebral amyloid angiopathy, ischaemic stroke, and vasculitis. This type of haemorrhage has a worse prognosis than other non-aneurysmal cSAH. There are numerous possible causes, and prognosis depends on the aetiology. In elderly patients, intracranial haemorrhage is frequently associated with cognitive impairment.