Salud Pública de México (Jul 1997)

Nutrition and cancer Nutrición y cáncer

  • WALTER C WILLETT

Journal volume & issue
Vol. 39, no. 4
pp. 298 – 309

Abstract

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Evidence from both animal and epidemiologic studies indicate that throughout life excessive energy intake in relation to requirements increases risk of human cancer. Rapid growth rates in childhood lead to earlier age at menarche, which in turn increases risk of breast cancer, and accumulation of body fat in adulthood in related to cancers of the colon, kidney, and endometrium as well as postmenopausal breast cancer. Higher intake of vegetables and fruits has been associated with lower risks of many cancers. The constituents responsible for these apparent protective effects remain uncertain, although evidence supports a contribution of folic acid. Recent evidence suggests that the percentage of energy from fat in the diet is not a major cause of cancers of the breast or colon. Higher intake of meat and dairy products has been associated with greater risk of prostate cancer, which may be related to their saturated fat content. Also, red meat consumption has been associated with risk of colon cancer in numerous studies, but this appears to be unrelated to its fat content. Excessive consumption of alcohol increases risks of upper gastrointestinal tract and even moderate intake appears to increase cancers of the breast and large bowel. Although many details remain to be learned, evidence is strong that remaining physically active and lean throughout life, consuming an abundance of fruits and vegetables, and avoiding high intakes of red meat, foods high in animal fat, and excessive alcohol will substantially reduce risk of human cancer.La evidencia que proporcionan tanto los estudios en animales como los epidemiológicos, indica que el consumo excesivo de energía incrementa el riesgo de cáncer en los humanos. Las tasas de crecimiento rápidas durante la niñez pueden conducir a una menarquia temprana, lo que aumenta el riesgo de cáncer de mama, y la acumulación de grasa corporal en la madurez está relacionada con el cáncer de colon, riñón y endometrio, y con el de mama después de la menopausia. Un alto consumo de verduras y frutas se ha relacionado con riesgos más bajos de contraer varios tipos de cáncer. Sigue sin conocerse cuáles son los componentes responsables de estos efectos, aparentemente protectores, aunque se le atribuye un papel importante al ácido fólico. En la dieta, el porcentaje de energía que proviene de la grasa no constituye una causa importante del cáncer de mama o de colon. El consumo excesivo de carne y de productos lácteos se ha asociado con un riesgo mayor de cáncer de próstata; esto se puede relacionar con su contenido de grasa saturada. De igual forma, en numerosos estudios la ingesta de carne roja se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de colon, aunque esto parece no estar relacionado con su contenido de grasa. El consumo excesivo de alcohol aumenta los riesgos de cáncer del tracto gastrointestinal superior, e incluso parece que su consumo moderado incrementa el riesgo de cáncer de mama y del intestino grueso. Aunque falta conocer muchos detalles, la información muestra que el mantenerse físicamente activo y delgado, consumir frutas y verduras en abundancia, y evitar la ingesta excesiva de carne roja, de alimentos ricos en grasa animal y el no abusar del alcohol, puede reducir substancialmente el riesgo de cáncer en los seres humanos.

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