Revista de Gastroenterología de México (English Edition) (Jan 2024)
Enterocolitis and other immunotherapy and targeted therapy-related gastrointestinal manifestations: A review for gastroenterologist
Abstract
New oncologic treatments, particularly immunotherapy (IT), have revolutionized the treatment of advanced-stage malignant tumors. Immune checkpoint inhibitors are the main form of IT and act by increasing T cell activity and the organism’s immune response against neoplastic cells. Targeted therapy is another form of IT that acts by inhibiting oncogenes or inflammation signaling and tumor angiogenesis pathways. However, these mechanisms of tumor destruction can interfere with the host’s immune self-tolerance or with the mechanisms of epithelial tissue repair and predispose to immune system-mediated adverse events that can affect multiple organs, including the digestive tract. The gastrointestinal manifestations of damage caused by IT can range from low-grade mucositis to ulceration, and in some cases, necrosis and perforation. Any part of the gastrointestinal tract can be affected, but there is greater involvement of the small bowel and colon, with a pattern similar to that seen in inflammatory bowel disease. The most common clinical manifestation is chronic diarrhea. The differential diagnosis includes enteropathogenic infections, especially those caused by opportunistic microorganisms; adverse drug reactions; and other inflammatory and malabsorption disorders. Treatment is guided by damage severity. Mild cases can be treated with antidiarrheals and rehydration in the outpatient setting; moderate cases with hospitalization, systemic steroids, and temporary suspension of IT; and severe cases with immunosuppressants or biologic agents and definitive suspension of IT. Resumen: Los nuevos tratamientos oncológicos, particularmente la inmunoterapia (IT), han venido a revolucionar el tratamiento de neoplasias malignas en estadios avanzados. Los inhibidores de los puntos de control son la principal forma de IT y actúan aumentando la actividad de las células T y la respuesta inmune del organismo contra las células neoplásicas. La terapia blanco es otra forma de IT que actúa mediante inhibición de oncogenes o vías de inflamación y angiogénesis tumoral. Sin embargo, estos mecanismos de destrucción tumoral pueden interferir con la tolerancia inmune del huésped o con los mecanismos de reparación tisular epitelial, y predisponer a efectos secundarios inmunomediados que pueden afectar múltiples órganos, incluyendo el tracto digestivo. Las manifestaciones gastrointestinales de daño por IT pueden ir desde mucositis de bajo grado hasta ulceración y en algunos casos necrosis y perforación, y pueden afectar cualquier parte del tubo digestivo, con mayor afección del intestino delgado y colon, con un patrón similar al observado en enfermedad inflamatoria intestinal. La manifestación clínica más común es diarrea crónica. El diagnóstico diferencial incluye infecciones enteropatógenas, particularmente por gérmenes oportunistas, efecto secundario de medicamentos, y otros trastornos inflamatorios y malabsortivos. El tratamiento depende de la severidad del daño, y puede incluir desde antidiarreicos y rehidratación en forma externa en casos leves, hospitalización, esteroides sistémicos y suspensión temporal de la IT en casos moderados, e inmunosupresores o agentes biológicos, y suspensión definitiva de la IT en casos severos.