Actas Dermo-Sifiliográficas (Apr 2022)
Lesiones melanocíticas subungueales en la edad pediátrica
Abstract
Resumen: Debido a las particularidades anatómicas clínicas e histológicas del aparato ungueal, y a las dificultades inherentes a la obtención y procesado de las biopsias ungueales, el estudio de las lesiones melanocíticas subungueales no suele ser una tarea sencilla. Además, en el caso de las lesiones melanocíticas subungueales de la edad pediátrica, hay que añadir las peculiaridades de las características clínicas y epidemiológicas propias de esta edad. En la infancia, muchos de los signos clínicos que son considerados de alarma en el adulto no han demostrado tener la misma validez, y no existe un claro consenso respecto a cuándo realizar una biopsia ungueal para descartar patología melanocítica maligna. Esto, unido al carácter excepcional del melanoma subungueal pediátrico, hacen que en la mayoría de los casos se recomiende exclusivamente la observación y el seguimiento. Por otro lado, las lesiones melanocíticas subungueales pediátricas pueden mostrar características histopatológicas atípicas, sin que ello implique un comportamiento clínico agresivo. El melanoma subungueal es una entidad excepcional, con solo 21 casos descritos hasta la fecha. Cabe destacar que ninguno de los casos de melanoma subungueal pediátrico descritos hasta la fecha presentó afectación metastásica visceral, ni tampoco ocasionó la muerte del paciente, y que el diagnóstico es controvertido en muchos de ellos. Por todo ello, y teniendo en cuenta la significativa mayor frecuencia de lesiones melanocíticas benignas subyacentes a melanoniquias longitudinales en la edad pediátrica, así como las peculiaridades clínicas de las mismas, el manejo de estas lesiones debe ser diferente al de las melanoniquias del adulto, siendo la observación la actitud más adecuada en la gran mayoría de los casos. Abstract: The study of subungual melanocytic lesions can present challenges because of the clinical and histologic characteristics of the nail unit and the difficulty of performing nail biopsies and processing specimens. These lesions can be even more challenging in children due to differences in clinical and epidemiological profiles between the adult and pediatric populations. Many of the clinical features of subungual melanocytic lesions that would raise alarm in an adult do not have the same implications in children. Consensus is also lacking on when a nail biopsy is needed to rule out malignancy in the pediatric setting. In view of these considerations and the rarity of subungual melanoma in childhood, the recommended approach in most cases is a watch-and-wait strategy. Subungual melanocytic lesions in children may also show atypical histopathologic features that are not necessarily associated with aggressive behavior. Subungual melanoma is very rare in childhood, with just 21 cases described to date. None of the patients developed visceral metastasis or died as a result and the diagnosis was controversial in many of the cases. Considering the above and the significantly higher frequency and particular characteristics of longitudinal melanonychia with a benign etiology in children, subungual melanocytic lesions should be managed differently in this setting than in adults. In most cases, a watch-and-wait approach is the most appropriate strategy.