RIA: Revista Investigaciones Agropecuarias (Jan 2019)
Tendencias y equitatividad de los principales cultivos extensivos en el centro de la provincia de Buenos Aires
Abstract
Los procesos de expansión agrícola y pérdida de diversidad productiva han sido vinculados con un aumento de costos ambientales en términos de degradación del suelo, contaminación de agua y aire, pérdida de biodiversidad y deterioro de servicios ecológicos esenciales. El presente trabajo plantea como objetivo analizar tales procesos en un sector del centro de la provincia de Buenos Aires dominado por el sistema orográfico de Tandilia. El área de estudio, integrada por los partidos de Azul, Benito Juárez, Olavarría y Tandil, contiene terrenos ondulados periserranos y planicies interserranas que concentran la mayor parte de la actividad agrícola, rodeados por ambientes con limitaciones para la agricultura correspondientes a la Pampa deprimida. El estudio se basó en datos de siembra de los principales cultivos de la región aportados por el Sistema Integrado de Información Agropecuaria del Ministerio de Agroindustria de la Nación. Los cultivos seleccionados fueron trigo, maíz, girasol, soja, cebada cervecera y avena. Se analizaron 20 campañas a partir de mediados de los 90, momento en que el lanzamiento de la soja transgénica aceleró notablemente la expansión agrícola en el país. Las principales variables analizadas fueron la superficie destinada a los diferentes cultivos en cada campaña y la diversidad productiva asociada al número y superficie relativa de estos últimos. Dado que el número de cultivos fue establecido previamente en virtud de su relevancia regional, la diversidad productiva fue estimada por el índice de equitatividad de Shannon (J´) a fin de evaluar exclusivamente el grado de uniformidad entre las superficies relativas de los cultivos analizados. La superficie conjunta de estos últimos registró un incremento de 93% durante el periodo de estudio. Este incremento fue acompañado por diferentes dinámicas entre los cultivos analizados, destacándose el reemplazo de trigo por soja como cultivo dominante. A pesar de estos cambios, la equitatividad se mostró como una variable relativamente estable con valores elevados que oscilaron entre J´= 0,76 y J´= 0,86. Estos resultados y su discusión en términos de las relaciones entre heterogeneidad ambiental, biodiversidad y sustentabilidad fundamentan la conveniencia de conservar y de ser posible elevar aún más los niveles de equitatividad registrados para el área de estudio. Esto último podría lograse a partir de una mayor participación relativa de cultivos no dominantes, recomendándose especialmente aquellos que como maíz y trigo presentan mejores balances de carbono en el suelo con respecto a la soja.