Nutrición Hospitalaria (Aug 2007)

Influencia de la nutrición y del entorno social en la maduración ósea del niño The influence of nutrition and social environment on the bone maturation of children

  • J. M. Tristán Fernández,
  • F. Ruiz Santiago,
  • A. Pérez de la Cruz,
  • G. Lobo Tanner,
  • M.ª J. Aguilar Cordero,
  • F. Collado Torreblanca

Journal volume & issue
Vol. 22, no. 4
pp. 417 – 424

Abstract

Read online

El crecimiento de los niños representa un indicador muy sensible para valorar su estado de salud. Cualquier desviación de los parámetros normales constituye una alarma sobre la posible existencia de algún trastorno, ya sea congénito o adquirido. El conocer con precisión cual es la edad ósea de los niños durante el periodo de crecimiento constituye un dato útil en múltiples situaciones. Desde el punto de vista clínico es una herramienta diagnóstica con posibilidad de monitorizar los efectos del tratamiento, en caso de desviaciones de la normalidad. Es por ello que se debe de profundizar en el conocimiento de los métodos usados y establecer revisiones periódicas que certifiquen su validez. En la actualidad, los métodos radiológicos más frecuentemente empleados en la medida o cálculo de la edad ósea de los niños de nuestro entorno fueron diseñados a mediados del siglo XX basándose en las radiografías de niños de otros países. Sería, pues, interesante conocer si los cambios sociales, económicos, nutricionales y sanitarios han influido en el crecimiento y desarrollo de los niños españoles de una forma significativa, restando validez a los métodos tradicionales de determinación de la edad ósea. Este estudio partió de una hipótesis principal que afirma que el entorno del niño tiene una influencia significativa en la concordancia de la edad ósea con la edad cronológica. Siendo nuestro objetivo estudiar la posible relación entre la alimentación y el desarrollo óseo. Por tanto, el diseño que de una forma más rápida podía testar esta afirmación era indudablemente un estudio transversal o de prevalencia, que determinase el porcentaje de niños que presentaban una edad cronológica concordante con la edad ósea. El trabajo es realizado en el Centro de Rehabilitación y Traumatología de Granada, perteneciente al Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Para ello aprovechamos la consulta al Servicio de Urgencias de niños y adolescentes, por traumatismos banales. El tamaño de muestra se ha adaptado a las hipótesis principales del trabajo, el total de los pacientes incluidos fue de 100, por lo que se supera con creces los casos necesarios para testar la validez del estudio en particular. Para determinar la concordancia con la edad ósea con las distintas variables se ha realizado un estudio analítico en el que se incluye, análisis univariante, bivariante y multivariante, con los distintos test que caracterizan a cada uno de ellos. Hemos encontrado que los niños con edad ósea atrasada toman menos pan que los niños con edad ósea adelantada. Sería preciso determinar si la edad ósea y la masa ósea tienen valores inversamente relacionados para saber si estos datos pueden ser concordantes. Sólo se ha podido determinar que actualmente la maduración ósea precoz se suele asociar con el crecimiento rápido. Es probable que los niños que toman más pan tengan una edad ósea adelantada, un crecimiento más rápido y la masa ósea disminuida. En este trabajo, los resultados han de considerarse preliminares a causa del tamaño de la muestra. En el futuro, nuestra investigación sobre la influencia de la nutrición deberá incluir un estudio longitudinal.Child growth constitutes a very sensitive indicator for the assessment of their health state. Any deviation from standard parameters could entail the appearance of any congenital or acquired disorder. Identifying with precision children's bone age during their growth period can be very useful in different situations. From a clinical point of view, it is a tool for diagnosis, which can offer the possibility of monitoring treatment effects in the case of standard deviations. This is why we need to study in depth current methods and carry out regular controls that insure their reliability. Currently, the most frequent radiological methods in our country for the determination of children's bone age were designed in the middle of the 20th century on the basis of X-rays performed on children from other countries. Thus, it would be interesting to find out whether social, economic, nutritional and health changes in Spain have influenced child growth and development in a significant way. Hence it would invalidate traditional methods for the determination of bone age. This study came from a main hypothesis: the child's environment significantly influences the concordance of bone age and chronological age. Our aim was to study a possible relationship between nutrition and bone development. Thus, the fastest way of testing this hypothesis was to implement a cross-sectional prevalence study in order to determine the percentage of children showing a chronological age concording with bone age. The study was entirely carried out in the Traumatology Hospital of Granada, which belongs to the University Hospital Virgen de las Nieves. We used the information provided by the Emergency Department about slight traumatisms. The cross-section sample was adapted to our main hypothesis. The overall number of patients was 100, which exceeds the necessary cases to test the reliability of this particular study. On the other hand, in order to determine the concordance of bone age and its different variables, an analitical study was also carried out, which includes: an univariant analysis, a bivariate analysis and a multivariate analysis, with the various tests they usually include. We found out that children showing a delayed bone age eat less bread than those showing an advanced bone age. It would be necessary to determine whether bone age and bone mass have inversely related values before considering it as concordant information. We could only determine that, currently, advanced bone maturation is usually associated with rapid growth. It is possible that children who eat more bread actually show an advanced bone age, a more rapid growth and a reduced bone mass. However, in this study, the outcomes must be considered just as preliminar, due to the size of the cross-section sample. Our research on the influence of nutrition should also include a further longitudinal study.

Keywords