Medimay (Jun 2004)

El primer incunable cubano: la tarifa general de precios de medicinas

  • José Antonio López Espinosa

Journal volume & issue
Vol. 10, no. 2
pp. 58 – 61

Abstract

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Una de las grandes creaciones del hombre que más ha contribuido al desarrollo de la civilización, ha sido sin duda la invención de la imprenta, considerada por más de una generación como un beneficio casi divino concedido al mundo por el ingenioso alemán Johannes Gutenberg (1400-1468). El concepto “incunable”, proveniente de la voz latina incunabula, que significa comienzo de un arte, se aplica a toda edición surgida a partir del disfrute de los beneficios del hallazgo del teutón en la segunda mitad del siglo XV, hasta principios del XVI. No obstante la limitación en el plano temporal de tal definición, procede considerar como primer incunable cubano a un documento que fue impreso en La Habana en 1723, por cuanto la introducción de la imprenta en Cuba tuvo lugar casi cuatro siglos después del revolucionario descubrimiento y de la impresión en 1457 de Salterio de Maguncia, el primer incunable de la historia, por los también alemanes Meter Schöffer (1420-1502) y Hans Fust (1410-1466).