Revista Iberoamericana de Bioética (Jul 2024)
Inteligencia artificial emocional en el reverso del test de Turing. Al borde de la singularidad tecnológica son precisas cuatro nuevas leyes para la robótica
Abstract
En este artículo defiendo que el creciente desarrollo de la inteligencia artificial específica (IAE) y, en particular, de la IAE para la interacción emocional (IAE-E), puede ir desdibujando las fronteras existentes entre los problemas éticos asociados a la IA débil (IAD), pequeños y presentes, ahora o a corto plazo, y los asociados a la IA fuerte (IAF), de gran calado y solo teóricos o potencialmente presentes a largo plazo. En mi argumentación muestro la importancia que adquiere el test de Turing, por su aproximación objetivo-subjetiva, al análisis y evaluación del segundo tipo de riesgos. Porque no se trata únicamente de cuánto la IAE-E es capaz de simular la inteligencia humana, sino también de cuánto más susceptibles somos los seres humanos de ser persuadidos por dichas simulaciones. La conclusión principal a la que llego es que para que el desarrollo tecnológico depare en progreso humano, necesitamos ser conscientes de los efectos que tiene para la IA-E, primero, el paroxismo social en las estrategias de autoengaño, segundo, la barbarie del especialismo y, tercero, el primitivismo tecnológico y docente.
Keywords