Revista de Derecho (Jan 2004)
Una década de oportunidades: ¡Un tiempo invaluable de aprendizajes!
Abstract
Los espacios de atención a los jóvenes infractores deben crear un ambiente y escenario propicio que permitan construir en ellos arraigo y pertenencia, que promuevan su desarrollo integral, de tal manera que se estimulen los conceptos positivos, la motivación constructiva y de colaboración que les permita sentirse amados, respetados, valorados y acogidos en un espacio vital. La interacción con los jóvenes demanda respeto, consideración, exigencia y afecto, pues se reconoce su capacidad para asumir las normas cuando se les persuade y motiva y tienen la capacidad para reconocer la autoridad cuando vivencian valores de respeto, tolerancia, paciencia, persistencia y afectividad.