Entretextos (Nov 2022)

La connotación de un nombre

  • Víctor Bravo Mendoza

DOI
https://doi.org/10.5281/zenodo.7356497
Journal volume & issue
Vol. 16, no. 31
pp. 155 – 161

Abstract

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Nombrar es conjurar. A través del nombre la conciencia individual cree integrarse al universo, o al menos, cree integrarse a la universalidad que dinamiza la imaginación. La identidad y el nombre en la persona, si se sostienen en su unidad interior, son uno solo e indisolubles. Tal como ocurrió con la identidad y el Nombre de Jesús, que, por siempre, identidad y Nombre, se corresponden mutuamente. El nombre de Jesús (Yeosshua, en hebreo), significa «Dios salva». Su misión es la de librar al hombre del pecado y su esencia será obrar la salvación de la humanidad en Dios. En su vida terrena Jesús convirtió su Nombre «en el sello de sus acciones».