Ciencias Sociales y Educación (Dec 2016)

[Traducción] El cerebro y la complejidad

  • Jean-François Dortier,
  • Jean-Pierre Changeux,
  • Luis Alfonso Paláu Castaño

DOI
https://doi.org/10.22395/csye.v5n10a10
Journal volume & issue
Vol. 5, no. 10
pp. 221 – 225

Abstract

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Entrevista de Jean-François Dortier a Jean-Pierre Changeux Tomado de Jean-François Dortier (dir.). El cerebro y el pensamiento. La nueva edad de las ciencias cognitivas. Auxerre: Sciences Humaines éditions, 2014 ‹ed. revisada y aumentada del libro de 2012›. pp. 95-101. Traducción del francés al español de Luis Alfonso Palau Castaño, Medellín, noviembre 15 de 2016. El cerebro humano es considerado con frecuencia como la estructura más compleja del universo. ¿Cómo un neurobiólogo, especializado en cerebro, puede afrontar esa complejidad? Ante todo hay que desprenderse de un uso de la noción de complejidad que serviría para cubrir nuestra ignorancia. No se puede utilizar ese término para justificar el hecho de que no sabríamos nada, que la complejidad escapa al entendimiento porque hay demasiados factores en juego. Dicho esto, efectivamente el cerebro es una estructura de una extrema complejidad. Algunos datos son suficientes para mostrarlo. El número total de células nerviosas en el encéfalo es del orden de 100 mil millones, cifra espectacular para un órgano de apenas 1,3 o 1,4 kg. Esas neuronas se reparten en algunos centenares de categorías. Cada neurona establece alrededor de 10.000 contactos con otras células nerviosas. Si uno se interesa ahora en el funcionamiento de las neuronas, se constata que cada una puede sintetizar y liberar muchos neuromediadores; además, el abanico de esos neurotransmisores liberados es susceptible de variar. Si uno se atiene a los solos criterios que son el número de células, su número de conexiones, la diversidad de los neurotransmisores… la combinatoria que de acá resulta le da al cerebro del hombre una organización única por su complejidad con respecto a todos los otros seres vivientes.