Cirugía Cardiovascular (Sep 2015)
Ácido tranexámico en cirugía cardiaca. ¿Qué dosis es segura?
Abstract
La cirugía cardiaca con circulación extracorpórea (CEC) se asocia con un aumento de sangrado postoperatorio, consumo de productos hemáticos y número de reexploraciones quirúrgicas. Actualmente, del 50% de los pacientes de cirugía cardiaca transfundidos, el 20% tiene un sangrado significativo y el 5% requiere reoperación por sangrado postoperatorio. Este aumento de hemoderivados aumenta la morbimortalidad, la estancia hospitalaria y los costes sanitarios. Las causas de la coagulopatía después de la CEC son multifactoriales: la hemodilución, la exposición de la sangre a los circuitos de la CEC, la destrucción de las plaquetas y la activación de la trombina. Las directrices de las sociedades científicas americanas y europeas recomiendan el uso de ácido tranexámico (AT) para reducir la hemorragia perioperatoria en la cirugía cardiaca. El AT ahorra un promedio de 300 ml de sangre con una reducción relativa del 32% al recibir una transfusión. Las intervenciones con CEC sin el uso de fármacos antifibrinolíticos se caracteriza por un aumento de la pérdida de sangre, reoperaciones y la transfusión de productos sanguíneos en comparación con otras intervenciones en donde se han utilizado antifibrinolíticos. El principal problema con el uso de AT se encuentra en los muchos patrones y diferentes dosis de administración, que varían de un artículo a otro. El objetivo de este artículo es alertar sobre el uso de altas dosis de AT y sus consecuencias, según las últimas recomendaciones de la literatura al respecto.
Keywords