El impacto de la Neuroeducación en el abordaje de las Necesidades Educativas Especiales

Abstract

Hablar de inclusión y de Necesidades Educativas Especiales (en adelante NEE) es hablar de una relación bidireccional que se ha ido consolidando a través del tiempo. Una relación que muchos profesionales de la salud y, sobre todo, de la Educación Diferencial, se han preocupado de cultivar día a día en su desempeño diario. Esta preocupación se ha transformado en un imperativo ético. Y con justa razón, dado que es de capital importancia asumir un compromiso serio al respecto. Existen muchas definiciones sobre el concepto de NEE. En este escrito la consideraremos como un término que se utiliza para distinguir a cualquier estudiante que presente problemas o dificultades para progresar en su aprendizaje y cumplir con los objetivos curriculares. Aquí la Neuroeducación cobra especial relevancia. Precisamente, surgió como una forma de comprender el proceso educativo en base a los conocimientos disponibles sobre el cerebro y el sistema nervioso y que los laboratorios de ciencias básicas ponían a disposición de la comunidad. El concepto se concibe como una disciplina que busca combinar los aportes de la neurociencia, de la psicología, las ciencias cognitivas y la educación centrándose en la comprensión de cómo aprende el cerebro y se enfoca en utilizar esta información disponible para poder desarrollar nuevos métodos que puedan apoyar en la orientación de nuevas propuestas de nuevas adecuaciones curriculares y de nuevas políticas educativas. Sustenta además el trabajo educativo a este nivel en varios principios fundamentales: la plasticidad cerebral, la educación emocional y un modelo biopsicosocial en el trabajo con personas con NEE. Aquello considerando que presentan, habitualmente, diversos problemas en habilidades variadas tales como la integración sensorial, el funcionamiento de los sistemas atencionales y del lenguaje, con lo que evidentemente se require un abordaje especializado y sustentado en diferentes técnicas. Las NEE se han rodeado permanentemente de neuromitos, entendidos como una serie de creencias erróneas o sin fundamento que relacionan hallazgos en neurociencia Estas creencias se han expandido rápidamente dentro de la comunidad y se transforman en conocimientos sólidos, cuando realmente no lo son, considerando el desconocimiento reinante respecto a cómo funciona realmente el cerebro. A esto le sumamos que, muchas veces, los descubrimientos científicos son simplificados o exagerados cuando se informan a través de los diferentes medios de comunicación. Finalmente es necesario indicar que las personas con NEE deben ser consideradas educativamente como seres humanos integrales, en su dimensión cognitiva y también emocional dado que estas dos esferas no pueden ni deben ser consideradas como elementos independientes. La Neuroeducación refueza esta postura y nos orienta sobre cómo podemos fortalecer el proceso educativo de un modo inclusivo y sin discriminación.